En la oscuridad de la mente de Nikola Tesla, un genio atormentado por la brillantez de su propia mente y el peso aplastante de su peculiaridad, yace el síndrome de Asperger
Es una condición que ha sido la fuerza impulsora tras sus grandes invenciones, pero también el calabozo que lo ha mantenido prisionero de su propia mente.
Ver ¿Cómo identificar a personas superdotadas?
El síndrome de Asperger, una forma de trastorno del espectro autista, se manifiesta en dificultades para la interacción social y patrones de comportamiento repetitivos y restringidos. Es decir no pueden interactuar con otras personas. Para Tesla, cada interacción social era una tortura emocional. Las sutilezas de la comunicación no verbal eran un misterio insondable para él, y las conversaciones triviales eran como agujas que perforaban su piel sensible.
Imagina a Tesla, perdido en un mar de caras desconocidas, su mente zumbando con ideas e invenciones mientras su corazón se encoge con la ansiedad ante la perspectiva de tener que participar en una simple charla de saludo. Cada reunión social era un campo minado de malentendidos y miradas de confusión, dejándolo exhausto y deseando volver a la soledad reconfortante de su laboratorio.
Así de grave es el síndrome de Asperger
Las interacciones sociales era una completa tortura para él, algo como simplemente dar la mano lo ponía tan nervioso que temblaba al hacerlo, lo que causaba rechazo de parte de las demás personas. Le costaba ver a los ojos lo que ocasionaba transmitir mucha inseguridad por lo que los demás no lo respetaban (al menos no en su primera interacción con él).
Cuando hablaba parecía que murmuraba, dejaba las frases cortadas, lo hacía rápido y su tono era bajo, por lo que rea muy difícil que conectara con alguien, las ideas en su mente volaban pero no podía transmitirlas. Los seres humanos somos sociales por naturaleza, y aunque te guste estar solo, en algún momento del día deseas consciente o inconscientemente interactuar con otro humano (es una necesidad básica).
Y el no poder ni siquiera saludar a otra persona es algo grave, te baja el autoestima por el rechazo verbal o corporal de las personas, sin mencionar que no puedes satisfacer tu necesidad de interacción. Solo imagina a Tesla teniendo que ir a comprar materiales para sus inventos, simplemente con la idea de salir empieza a sudar y a pensar en formas de conseguir lo que quiere sin tener que hablar o mirar a nadie por el miedo a ser rechazado nuevamente.
De repente tiene un momento de motivación, para aprovechar este momento rápidamente se pone su abrigo, su sombrero y sale decidido a la calle. Lleva solo 1 cuadra caminada cuando un niño le sonríe, Tesla lo ve y no sabe que hacer, trata de sonreír pero le sale un gesto aterrador que disgusta al niño y sale corriendo.
La primera interacción es fallida, enseguida Tesla empieza a temblar y baja su sombrero hasta la frete para no volver hacer contacto visual con nadie, armado de valor continua caminando y por fin llega a la tienda, antes de entrar, empieza a rondar en su cabeza el problema de "¿Qué decir?" acaso saluda con un simple "¡Hola!" o ¿Debe primero presentarse? quizás lo mejor será solo entrar y dar su lista de materiales, decir cuanto es e irse… Pero no, eso es muy raro.
En lo que pensaba que decir se ha quedado parado más de 15 min afuera de la entrada de la tienda viendo nada más que el suelo, levanta la mirada para entrar, hace contacto visual con el que estaba en el mostrador y se percata que lo ha visto parado todo ese tiempo, enseguida entra en pánico y da la media vuelta para caminar rápidamente hacia la cuadra opuesta.
Entra a un callejón y piensa que hacer, pasa otros 20 min ahí hasta que se calma, saca su libreta escribe lo que quiere, se para y se dirige de nuevo a la tienda. Cuando entra dice con voz nerviosa: "¡Hola, por favor!" mientras entrega su lista escrita en el papel, el que atiende lo ve con disgusto pero busca en las gavetas lo que le pide.
Tesla sin saber que hacer mientras lo atienden ve al suelo y se queda parado totalmente recto con los brazos hacia abajo. El que lo atiende lo ve de nuevo con disgusto y piensa: "¿Qué sucede con este tipo? es muy raro… o ¿es abusivo?" cuando encuentra lo que Tesla pide lo empaca y se lo da, sin embargo como es natural en un ser humano antes de cobrarle trata de conversar con Tesla y le dice "¿Hace mucho frío hoy, no?" Tesla no responde.
El tipo pensando que Tesla no lo escuchó le dice: "¿A que se dedica? No es muy común que compren estas piezas ¿esta trabajando en un proyecto independiente?" Tesla sin saber que responder solo dice: "¿Cuanto es?" de modo que el tipo se enfada, le cobra y ya no le habla más. Tesla se da la media vuelta y corre hacía su casa.
Así de grave es el síndrome de Asperger, tan grave que una simple compra era un reto inmenso para Tesla.
Su maldición, su don
El mundo exterior, con sus ruidos estridentes y sus interacciones caóticas, era un caos abrumador para Tesla. Pero en ese aislamiento forzado, encontró la libertad para explorar las profundidades de su propia mente. Sin las distracciones de la vida social, canalizó toda su energía en sus invenciones, desentrañando los misterios de la electricidad y la energía inalámbrica.
Cada noche, mientras el mundo dormía, Tesla se sumergía en un universo de posibilidades infinitas, donde las leyes de la física se retorcían a su voluntad. Allí, en la quietud de la noche, encontró su verdadera voz, una voz que resonaría a lo largo de los siglos y cambiaría el curso de la historia.
Aunque el síndrome de Asperger fue una maldición que lo mantuvo alejado del mundo que lo rodeaba, también fue la chispa que encendió el fuego de su genio. Sin su aislamiento, quizás nunca habría alcanzado las alturas vertiginosas de la innovación que lo hicieron famoso.
Así que, mientras reflexionamos sobre las enfermedades mentales más aterradoras, recordemos también las historias de aquellos que lucharon en las sombras, enfrentando demonios invisibles mientras forjaban un legado que perduraría mucho después de que sus mentes silenciosas se apagaran. Y en esos legados, encontramos inspiración para enfrentar nuestras propias batallas internas y descubrir la grandeza que yace dentro de cada uno de nosotros.
Te invito cordialmente a compartir esto con todos tus amigos. Tu apoyo significa mucho. ¡Gracias de antemano!
Comentarios
Publicar un comentario