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Las 20 leyes de la astucia

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¿Cómo era un harén?

La práctica de mantener concubinas, esclavas sexuales y harenes floreció bajo los califas y sultanes de imperios islámicos como los otomanos y los mogoles

Esto era debido a varios factores:

En primer lugar, un sultán o califa no podía tomar como concubina a una mujer turca o árabe musulmana, ya que la esclavitud de mujeres musulmanas estaba prohibida. Por lo tanto, se importaban esclavas de los Balcanes y eunucos de Etiopía. Los guardias de élite del sultán, conocidos como jenízaros, eran en su mayoría niños cristianos capturados, convertidos al Islam y entrenados como soldados al servicio del sultán.

Ver El estratega Sun Tzu y las concubinas del rey

¿Cómo era un harén?

A diferencia del judaísmo, donde se pone énfasis en la línea materna, en los imperios islámicos la importancia radicaba en el linaje paterno. Esto permitía al sultán tener hijos con sus concubinas sin que estas fueran reconocidas como herederas, manteniendo así a los parientes maternos fuera de la jerarquía de poder.

El harén, que literalmente significa "prohibido", era un complejo segregado habitado en su mayoría por esclavas extranjeras capturadas. Solo el sultán tenía acceso al harén, que albergaba a sus esposas, concubinas, parientes femeninas y eunucos.

Las concubinas llegaban al harén como regalos de otros líderes, compradas en mercados de esclavos, secuestradas o vendidas por sus propias familias. Una vez en el harén, eran entrenadas en la cultura islámica, así como en danza, poesía, música y el arte del erotismo, con el objetivo de servir como posibles compañeras del sultán.

No todas las concubinas llegaban a conocer al sultán; muchas se convertían en sirvientas encargadas de las tareas diarias. El mayor honor para una concubina era ser presentada al sultán como "gedikli" o doncella de compañía.

El harén era un entorno altamente competitivo, donde las mujeres luchaban por darle un hijo al sultán, lo que les aseguraría su supervivencia y estatus. La figura más poderosa dentro del harén, después del sultán, era la sultán Valide, la madre del sultán.

Incluso los detalles más pequeños, como el color de un pañuelo, podían transmitir mensajes codificados en el harén, similar al lenguaje victoriano de las flores. Por ejemplo, un pañuelo rojo simbolizaba amor apasionado, mientras que uno quemado indicaba que su dueña estaba muriendo de angustia.

El sistema de harén y concubinato permitía a los gobernantes islámicos mantener el control sobre la reproducción y el linaje, consolidando su poder. Sin embargo, también era una institución compleja que, al mismo tiempo, empoderaba y encarcelaba a las mujeres que formaban parte de ella.

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Comentarios

  1. Á esos Califas y Sultanes les gustaba que les revolvieran el barro.

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  2. Algunos mormones todavía practican la poligamia. Igualmente las diferentes esposas mantienen una estricta jerarquía

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