Mató a su marido y a más de 600 hombres casados

Julia Tofana, una de las asesinas en serie más famosas e inteligentes del mundo, participó en el asesinato de unos 600 hombres casados utilizando un veneno que ella misma creó.

Su primer conejillo de indias fue su propio esposo. Había heredado de su madre, ejecutada por envenenar a su marido con un veneno similar, el conocimiento para inventar estas bebidas mortales. Su hija, a su vez, continuó el trabajo familiar, ayudando a las mujeres a deshacerse de sus maridos.

El veneno de Julia Tofana era inodoro e incoloro, un líquido al que llamaba "Aqua Tofana". Inicialmente, lo preparaba a partir de productos cosméticos, porque trabajaba en este campo. Para probar su veneno, le dio a su esposo unas gotas. Se sintió mal y llamaron a un médico. Tofana continuó introduciendo veneno en las medicinas recetadas por el médico, sin que su marido sospechara nada. Poco a poco, el veneno finalmente se lo llevó, y como ella había exigido una autopsia, nadie sospechó de su esposa.

Tofana entonces comenzó a ofrecer su veneno a las mujeres que estaban sufriendo por sus maridos. Les aconsejó que dieran unas gotas cada la vez. A los pocos días, la víctima moría. Este plan funcionó durante un tiempo, y Tofana ganó mucho dinero compartiendo la herencia de sus víctimas con sus clientes.

Seis gotas de este veneno eran suficientes para matar a un hombre. Durante casi cincuenta años, Tofana ayudó a las mujeres a deshacerse de sus maridos. Se estima que sus víctimas se contaban por centenares. Su veneno fue apodado "el polvo de la herencia".

Un día, una mujer que había comprado el veneno a Tofana dudó en administrárselo a su marido. Ella se lo confesó todo. El hombre fue a presentar una denuncia y Tofana fue arrestada. Su reputación había precedido a su captura y fue torturada hasta que confesó sus crímenes. Su historia, una de las más horribles y fascinantes de la historia, sigue rondando la memoria de la gente.

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