La historia de Joseph James DeAngelo, conocido como el "Asesino del Golden State", es una de las más aterradoras y complejas en la criminología moderna.
Este hombre, un exoficial de policía, llevó a cabo una serie de crímenes atroces que incluyeron violaciones, asesinatos y robos a lo largo de más de una década en California. Su capacidad para evadir la justicia durante tanto tiempo y su doble vida como miembro respetado de la comunidad hacen que su caso sea especialmente perturbador.
EL MÉTODO DEL TERROR
DeAngelo tenía un modus operandi meticulosamente calculado. Espiaba a sus víctimas durante días, aprendiendo sus rutinas y vulnerabilidades. Por las noches, irrumpía en sus hogares con sigilo, entrando y saliendo hasta sentirse completamente seguro de cómo actuar. Su objetivo principal eran parejas casadas: ataba al esposo en una habitación, colocaba un objeto frágil como una copa o un plato sobre su espalda y le advertía que no se moviera bajo amenaza de muerte. Mientras tanto, torturaba y violaba a la esposa en otra habitación. Si el esposo intentaba liberarse y el objeto caía, DeAngelo regresaba para asesinar a ambos.
Este patrón se repitió decenas de veces. Aunque algunas víctimas sobrevivieron para contar su historia, muchas otras no tuvieron la misma suerte. En total, se le atribuyen al menos 45 violaciones y 12 asesinatos, además de más de 100 robos.
UN MONSTRUO ESCONDIDO EN LA COTIDIANIDAD
Lo más inquietante del caso es cómo DeAngelo logró ocultar su verdadera naturaleza durante décadas. Como oficial de policía en los años 70, tenía acceso a información privilegiada sobre las investigaciones criminales, lo que le permitió mantenerse un paso adelante de las autoridades. Además, vivió una vida aparentemente normal tras retirarse del crimen activo en 1986: trabajó durante 27 años en un supermercado, construyó aviones a control remoto y disfrutó de su jubilación navegando en su bote.
Sin embargo, lo que llevó a DeAngelo a detenerse no fue el arrepentimiento ni un cambio moral, sino el temor a ser atrapado. Con la llegada de las pruebas de ADN como herramienta clave en las investigaciones criminales a finales de los años 80, decidió dejar atrás sus crímenes para evitar ser identificado.
LA JUSTICIA ALCANZA AL "ASESINO DEL GOLDEN STATE"
Durante más de 30 años, los crímenes de DeAngelo permanecieron sin resolver. Pero en 2018, gracias al avance en las técnicas de genealogía genética, las autoridades lograron rastrear su ADN utilizando bases de datos públicas. Este avance permitió conectar los casos no resueltos con DeAngelo y finalmente arrestarlo. En 2020, confesó sus crímenes y fue condenado a 11 cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional.
LA CRUELDAD HUMANA VS LA NATURALEZA
El caso de Joseph James DeAngelo no solo es un recordatorio del horror que puede causar un individuo, sino también una reflexión sobre la naturaleza humana. Mientras que los animales matan por necesidad o supervivencia, los actos sádicos y crueles como los cometidos por DeAngelo son exclusivos del ser humano. Su historia plantea preguntas profundas sobre cómo alguien puede llevar una vida aparentemente normal mientras alberga una oscuridad tan profunda.
Joseph James DeAngelo vivió décadas libre e ileso tras sembrar el terror en California. Pero al final, la ciencia y la perseverancia lograron lo que parecía imposible: llevarlo ante la justicia y cerrar uno de los capítulos más oscuros en la historia criminal estadounidense.
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