¡Alerta Hombres! Tu mujer siempre sabe cuándo miras a otra. Descubre el secreto de su visión infalible. ¡No podrás ocultarlo!
Vas andando con tu mujer y os cruzáis con una chica de muy buen ver. Tú no puedes evitar mirarla y tu mujer se da cuenta. Tal vez te lo diga o tal vez no, pero no te quepa la menor duda de que se ha dado cuenta. Ver 6 consejos de lenguaje corporal
Si es celosa, además tendrás escenita. Sin embargo, nunca pillarás a tu mujer mirando a un tío bueno. Por supuesto, también ellas miran a los chicos que consideran sexis, faltaría más, pero tú no te das cuenta.
¿Por qué tu mujer se da cuenta de cuando miras a otra?
Pues generalmente, por dos motivos muy sencillos. En primer lugar, en cuanto ve que se te acerca una posible rival (la tía buena en cuestión), va a mirar hacia donde diriges tus ojos. Pero como los hombres son menos sutiles que las mujeres, muchas veces no es necesario, pues para mirar a esa mujer sexi que aparece en nuestro campo de visión lo hacemos girando la cabeza. Ahí está el truco de lenguaje corporal que usa tu pareja para pillarte: observar si giras la cabeza en la dirección de donde viene la otra. De hecho, algunos sobreactúan y la giran tanto como un búho, en 180 grados, para ver la parte frontal y la trasera de la maciza en cuestión. Eso ya suele mosquear bastante más a la pareja propia.
¿Cómo hace tu mujer para que no te des cuenta cuando mira a otro?
Evidentemente, evitando cometer los mismos errores que los hombres suelen hacer. Son mucho más discretas y la mirada que harán al macizo será simplemente con un movimiento ocular, sin mover en absoluto la cabeza. Si tienes ocasión y puedes observarlo en otras parejas, podrás ver que en general es así.
Ignoro cómo funciona este lenguaje corporal en parejas homosexuales, pero me imagino que no habrá muchas diferencias.
Aun hay mas, lo que funciona en parejas mixtas que se cruzan con alguien apetecible, se exagera cuando el que se cruza es una sola persona, y no digamos si los que se cruzan son varios hombres, las miradas se quedan cortas y no sólo es la cabeza la que sigue al objetivo, es todo el cuerpo. Las mujeres en grupo se permiten algún movimiento siguiendo al varón con mirada y cabeza, pero sin llegar al descaro de los hombres. Aunque, como en todas las reglas, siempre hay excepciones.
Hay otro matiz para comentar. Cuando se cruzan un hombre y una mujer, su postura corporal cambia de forma apreciable, estirando la espalda, encogiendo la tripa, levantando la cabeza e intentado parecer mas atractivos. Y esto vale para ambos sexos, sean homosexuales o heterosexuales, es un gesto de cortejo. Ver Lo que nunca te enseñaron
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