La mayoría de los hombres duran entre 5 y 10 minutos. Eso es suficiente para ellos, pero no para ella.
1. Calmar la mente antes de que
empiece nada
Muchos hombres terminan rápido porque su
mente entra en modo alerta incluso antes de que su cuerpo esté involucrado.
Preocuparse por no terminar demasiado pronto en realidad lo acelera todo.
Un hombre con los pies en la tierra ralentiza
su respiración, relaja su cuerpo y se vuelve completamente presente antes de
que ocurra cualquier contacto físico. El enfoque cambia de la ansiedad por el
rendimiento a una conexión genuina.
Cuando la mente está estable, la excitación crece de forma más gradual y se siente manejable. El control es simplemente el resultado de un sistema nervioso que no corre desde el principio.
2. Usa la respiración como principal
forma de regular el ritmo
La respiración rápida y superficial señala al
cuerpo que se apresura hacia el clímax. Respiraciones lentas y profundas
señalan al cuerpo que se mantenga estable.
Practica inhalaciones nasales largas y
exhalaciones bucales aún más largas con regularidad. Luego, cuando las cosas se
agraven, puede usar ese patrón instintivamente.
A medida que la intensidad aumenta, alarga la
respiración, afloja los hombros y deja que la tensión se disipe. Con la
repetición, esto se vuelve algo natural.
3. Trata los preliminares como el
núcleo de la experiencia, no como un calentamiento
La mayoría de las mujeres necesitan más
tiempo y preparación para alcanzar el placer máximo. Un compañero inexperto se
apresura; una persona segura disfruta de todo el proceso.
El foco se convierte en el contacto, el
afecto, la comunicación y la atención que la ayudan a sentirse relajada y
receptiva. Cuando ya está cerca del placer antes de la penetración, el tiempo
importa mucho menos.
La necesidad de "aguantar mucho"
desaparece porque la satisfacción ya es alta. La habilidad, la presencia y la
atención importan más que el cronómetro.
4. Practica el ritmo en lugar de
exigir la intensidad constante
Ir a un ritmo fuerte de principio a fin suele
llevar a terminar demasiado rápido. Un hombre que tiene control varía el ritmo,
la profundidad y el tempo según lo cerca que se sienta de su límite.
Cuando las cosas se ponen demasiado intensas,
reduce la velocidad, cambia el ritmo o hace una breve pausa mientras se
mantiene conectado. Se hace de forma fluida, no abrupta.
Con el tiempo, el cuerpo aprende que puede
retroceder del borde, haciendo que el control sea una serie de pequeños ajustes
en lugar de una lucha frenética.
5. Fortalece el suelo pélvico y el
cardio
Los músculos que detienen la orina a mitad
del flujo también apoyan el control durante la intimidad. Entrenarlos con
simples apretones y liberaciones a lo largo del día aumenta la fiabilidad.
Los ejercicios de cardio - planchas, puentes
y trabajo básico de fuerza- generan estabilidad y reducen el esfuerzo excesivo.
Una base sólida evita tensiones innecesarias en el resto del cuerpo.
Menos tensión significa una mayor conciencia
de los niveles de excitación, lo que naturalmente aumenta la capacidad de
permanencia.
6. Mejora la forma física general y
la resistencia
Un cuerpo fatigado rara vez rinde bien en
ninguna actividad. El cardio ligero -caminar, trotar, montar en bicicleta- mejora la resistencia y la circulación sanguínea.
Un mejor flujo sanguíneo favorece la firmeza
y al mismo tiempo permite el control. Fortalecer las piernas, la espalda y la
parte superior del cuerpo facilita las diferentes posiciones sin cansarte
rápidamente.
Cuando la actividad física se siente más
fácil en general, la actividad íntima también.
7. Limitar la dependencia de la
fantasía digital
El uso frecuente de contenido explícito
entrena al cerebro para esperar una estimulación rápida e intensa. Eso genera
impaciencia y el hábito de apresurarse.
En la intimidad real, ese condicionamiento
suele llevar a terminar demasiado pronto. Reducir o hacer pausas ayuda a
reiniciar el sistema.
Al principio el ajuste puede parecer extraño,
pero con el tiempo la excitación se vuelve más estable y natural. La conexión
real empieza a sentirse más fuerte que la estimulación digital.
8. Haz de la intimidad una
experiencia cooperativa
Una pareja madura se comunica abiertamente en
lugar de esconderse tras el orgullo. Las conversaciones honestas sobre el
control y el placer compartido construyen confianza.
Aportar el ritmo, el tacto y lo que mejor se
siente convierte la conjetura en colaboración. Juntos, las parejas pueden
elegir posiciones que ayuden al control y usar las pausas de forma juguetona en
lugar de torpe.
Cuando desaparece la presión, el cuerpo se
calma y se vuelve más fácil durar. Un hombre que escucha y se adapta mejora de
forma constante.
Ver Como
hacer el amor muy bien
Y tú, ¿qué opinas? Puedes dejar tus comentarios más abajo.
Te invito cordialmente a compartir esto con todos tus amigos. Tu apoyo significa mucho. ¡Gracias de antemano!

Comentarios
Publicar un comentario