Lucrecia Borgia, la hija del papa Alejandro VI ha pasado a la historia como culpable de los peores crímenes. Lucrecia Borgia, hija de un Papa amante del sexo y el lujo En realidad, Lucrecia fue una joven culta y refinada que, cuando aún era una adolescente, hubo de servir a los intereses políticos de su padre y de su hermano César. Bella, culta y refinada, Lucrecia fue ante todo un peón al servicio de las ambiciones de su padre, el papa Alejandro VI, y su temible hermano César, que la implicaron en la agitada política italiana. El 18 de abril de 1480, el cardenal Rodrigo Borgia convocó en su mansión de Roma a unos astrólogos para conocer el porvenir de una recién nacida. La niña se llamaba Lucrecia y su madre era Vannozza Cattanei, una bella romana casada por entonces con el caballero milanés Giorgio San Croce. El verdadero padre, sin embargo, era el propio cardenal Borgia, de quien Vannozza era la concubina preferida desde hacía años. Los astrólogos vaticinaron un f