Durante su papado, Alejandro VI se vio envuelto en numerosos escándalos y acusaciones de corrupción, nepotismo y comportamiento inmoral.
Su vida personal estaba marcada por el libertinaje y la lujuria, y su gobierno papal estuvo caracterizado por la ambición política y la falta de escrúpulos. La figura de Alejandro VI ha sido objeto de numerosas obras literarias y cinematográficas, y su legado sigue siendo objeto de debate y controversia en la actualidad.
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Alejandro VI Borgia |
Pocas figuras como la del valenciano Rodrigo Borja (1431-1503), que fue papa durante once años bajo el nombre de Alejandro VI, han merecido una condena tan unánime por los historiadores de todos los tiempos. Claro, que se lo ganó a pulso.
Había nacido en el seno de una familia valenciana poderosa y sin escrúpulos, la de los Borja, apellido que fue italianizado como Borgia. Su tío Alfonso, ayudado por un juego de oscuros intereses, fue elegido Papa en 1455 con el nombre de Calixto III.
Unos meses más tarde, Rodrigo se convirtió en cardenal con 25 años de edad. Tras la muerte de su tío, cuyo pontificado apenas duró tres años, regresó a España para convertirse en obispo de Barcelona y arzobispo de Valencia. Inevitablemente las intrigas en Roma siguieron su curso, y, a la muerte de Inocencio VIII, los mismos intereses que habían promovido a Calixto –con ayuda de la compra de numerosos votos cardenalicios– consiguieron sentar en la silla de Pedro a su sobrino Rodrigo Borgia con el nombre de Alejandro VI.
Corría el mes de agosto de 1492 y estalló el escándalo, porque el nuevo papa no era precisamente un dechado de virtudes morales. Siendo cardenal había tenido cinco hijos con Vanozza Catanei, que a su vez era hija de una antigua amante. De los vástagos, cuatro eran varones –Luis, Juan, César y Jofre–, y sólo una –Lucrecia–, mujer. Se decía que ésta mantenía
relaciones incestuosas con sus hermanos y con su propio padre, el papa.
Cuando Luis apareció ahogado en
el Tíber, las malas lenguas acusaron en secreto a César de haberlo hecho matar
por celos de su hermana. En cualquier caso, César pasó a ser cardenal y con él
lo fue también el hermano de la nueva concubina del insaciable Papa, Giulia la
Bella.
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Alejandro VI. Lucrecia y César Borgia |
Alejandro VI manejaba el
pontificado como una empresa personal, pero además se permitía el lujo de
mantener una política matrimonial con sus hijos. Nombró a Juan duque de Gandía,
a Jofre lo casó con la nieta del rey de Nápoles y a Lucrecia la hizo casar tres
veces sucesivamente. Para actuar con más libertad, su hijo César renunció al
cardenalato y se casó con Carlota d’Albret a fin de estrechar las relaciones de
su santo padre con el rey de Francia.
Eso le valió el control de todo el norte
de Italia y la admiración de Nicolás Maquiavelo, quien escogió a César Borgia
como modelo de príncipe. Los procedimientos de los Borgia eran, ciertamente, un
espejo del aforismo maquiavélico “el fin justifica los medios”. Ver La sabiduría secreta de Maquiavelo
El recurso al
veneno era tan frecuente que el vino de los Borgia se hizo proverbial en toda
Italia. De hecho, cuando Alejandro murió, se dijo que había sido consecuencia
del error de un criado que le sirvió equivocadamente una copa del vino que
llevaba preparado para obsequiar a ciertos comensales incómodos.
Una historia que levanta muchas suspicacias amigo mio y no pierde un ápice de interés.
ResponderEliminarSaludos
Pues la historia de toda la familia es fascinante. Podría ser la primera "famiglia" de la historia en el sentido mafioso de la palabra.
EliminarSaludos
Un pajarraco de mucho cuidado. Otro valenciano que dará que hablar por sus actividades y sus amistades.
ResponderEliminarUn saludo.
Cayetano: me imagino que conocerás la historia de los Papas en el Renacimiento. El Papa Borja no era ni mejor ni peor que sus antecesores ni que sus sucesores. La Iglesia (y el mundo) era así en aquellos tiempos, pero este personaje se llevó la fama (era español y eso lo llevaban muy mal los italianos). Como consecuencia de estos excesos papales surgió Lutero, la Reforma, la Contrarreforma y otros sucesos que darían para escribir muchos post.
EliminarTanto los valencianos como el resto de de otras Comunidades Autónomas, tienen personajes con actividades y amistades para escribir muchas novelas, sean del color que sean; de rosa en puño, de gaviota, o de lo que sea. Simplemente en la Comunidad Valenciana coexisten Camps y la "famiglia" Pajín en Benidorm. Nadie está libre de pecado para andar tirando piedras.
Por eso estamos así, en la ruina moral y económica.
Saludos
WOW
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