El feminismo ya no es un movimiento de protesta. Se ha convertido en una ideología oficial con su propio Ministerio. Es omnipresente en la Escuela, en la Universidad, en el discurso político y en los medios de comunicación. Totalmente institucionalizado, el feminismo parece estar escapando cada vez más de la crítica. Las mentiras de la propaganda feminista se difunden sin ninguna precaución o verificación. Feminismo y el mito de la "opresión patriarcal" Así, se cree que, en igualdad de funciones, competencia y rendimiento, una mujer recibiría un salario un 20% inferior al de un hombre, lo cual es realmente falso y jurídicamente imposible (la igualdad salarial ha sido objeto de múltiples leyes). Este tipo de mentira, martillada como si fueran hechos establecidos, tiene como objetivo hacer que los hombres se sientan culpables y victimizar a las mujeres con un propósito clientelista obvio. Feminismo y el supuesto patriarcado Así, toda nuestra sociedad se basaría e