Es impresionante como actualmente cuando observas a la gente en un lugar público, la mayoría de las personas no están 100% conectadas con el presente o con quién tiene enfrente; sino que están conectadas con algo o alguien más. Conectado a tu teléfono y desconectado de tu vida Un estudio reciente de la revista Time revelo que el adulto promedio checa su teléfono o smartphone un promedio de 110 veces por día, como si al no hacerlo se fueran a perder de algo crucial Nuestros hábitos de conexión Para conectarse verdaderamente se necesita “presencia” y un estado de total conciencia en lo que está ocurriendo. Mirar a la otra persona a los ojos y leer sus emociones a través del lenguaje corporal es parte de lo que nos “humaniza”. De la misma manera que los músculos de nuestro cuerpo se atrofian si transcurre demasiado tiempo sin ejercitarlos; si nuestros cerebros nos son ejercitados en el contacto -cara a cara- de manera frecuente, nuestras habilidades para establecer un c