Es impresionante como actualmente cuando observas a la gente en un lugar público, la mayoría de las personas no están 100% conectadas con el presente o con quién tiene enfrente; sino que están conectadas con algo o alguien más.
Conectado a tu teléfono y desconectado de tu vida |
Un estudio reciente de la revista Time revelo que el adulto promedio checa su teléfono o smartphone un promedio de 110 veces por día, como si al no hacerlo se fueran a perder de algo crucial
Nuestros hábitos de conexión
Para conectarse verdaderamente se necesita “presencia” y un estado de total conciencia en lo que está ocurriendo. Mirar a la otra persona a los ojos y leer sus emociones a través del lenguaje corporal es parte de lo que nos “humaniza”. De la misma manera que los músculos de nuestro cuerpo se atrofian si transcurre demasiado tiempo sin ejercitarlos; si nuestros cerebros nos son ejercitados en el contacto -cara a cara- de manera frecuente, nuestras habilidades para establecer un contacto humano “significativo” pueden ser disminuidas.
Las investigaciones en neurociencia y psicología aseguran que nuestros cerebros son extremadamente adaptables y son capaces de aprender y transformarse a través de la experiencia. Esta habilidad es conocida como neuro-plasticidad. Algo que tal vez no sabíamos es que nuestros hábitos de conexión social pueden dejar una huella física en nosotros tan poderosa como la experiencia, y la pérdida de estos hábitos puede ser perjudicial.
Nuestras interacciones sociales tienen un...
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Es un vicio como otro cualquiera. Muy adictivo.
ResponderEliminarLas vacaciones son un buen momento para descansar de ciertos hábitos rutinarios.
Un saludo.
Cuando sean con pantalla en 3D (van a salir muy pronto) lo de ahora va a ser una tontería, no te desenganchas ni en vacaciones.
EliminarUn saludo