En caso de fallo del motor, la posibilidad de que un avión de combate aterrice planeando depende de varios factores, incluyendo su tasa de planeo, velocidad de pérdida y la disponibilidad de una superficie adecuada para aterrizar. Ver Aterrizó donde no debía Cada aeronave tiene una relación de planeo (sustentación/resistencia) que determina cuánta distancia puede recorrer por cada unidad de altitud perdida. Por ejemplo, durante la fase de aterrizaje, el transbordador espacial estadounidense tenía una relación de planeo de aproximadamente 3:1, lo que significa que podía recorrer 3 km por cada kilómetro de altitud perdida. La velocidad de pérdida también es crucial. Por ejemplo, un Sukhoi Flanker entra en pérdida a 240 km/h, mientras que un Rafale lo hace a 120 km/h. Una menor velocidad de pérdida generalmente permite más opciones para un aterrizaje de emergencia. Algunos cazas modernos, como el Rafale, Mirage 2000, F/A-18 Hornet, MiG-29 y otros, han demostrado la capacidad de aterrizar