Muchos científicos, y muchos escritores de ciencia ficción, plantean la idea de que para colonizar el espacio deberíamos mandar por delante naves robotizadas que adaptaran un planeta como idóneo para la vida. Llevarían embriones de todas las especies (incluida la nuestra) y desde este planeta se repetiría la jugada hacia otro. Como idea no es descabellada y tal vez la Humanidad, más pronto que tarde, lo haga. Tal vez en el proceso destruyamos alguna forma de vida autóctona, pero sería un mal menor.
Mi amigo Manolo opina que esta idea ya está en marcha. Lo genial de la idea es que, según él, nosotros somos los robots de la especie que envía embriones por el espacio para dejar como habitables los planetas elegidos. Esta especie que nos dejó “germinar” y nos programó para los viajes espaciales es la que de forma innata denominamos Dios, divinidad, etc. a lo largo de las eras. Si por algún imprevisto la Humanidad desapareciera, estos “dioses” tienen previsto que otra especie terrestre nos releve del cometido de colonizar la Tierra, luego el sistema solar, y luego…
La pregunta del millón es cuándo esta especie alienígena se presentará para recoger el trabajo realizado por la Humanidad. ¿Nos rebelaremos o les adoraremos? Quien lo podría saber. De todas formas, nosotros ya estamos jugando a este juego con la genética y la robótica. Pronto lo sabremos en propias carnes.
Hay otra opción que tampoco tiene gracia: que ahora mismo otra especie extraterrestre plantee reconfigurar la Tierra para su uso y disfrute, caiga quien caiga, que sería toda la biomasa actual (a la que pertenecemos). Un buen meteorito como antiséptico y repoblar con su genética propia. Tal vez ya haya ocurrido y nosotros seamos uno de los resultados.
¡Qué cosas mas raras piensa mi amigo Manolo!
Mi amigo Manolo opina que esta idea ya está en marcha. Lo genial de la idea es que, según él, nosotros somos los robots de la especie que envía embriones por el espacio para dejar como habitables los planetas elegidos. Esta especie que nos dejó “germinar” y nos programó para los viajes espaciales es la que de forma innata denominamos Dios, divinidad, etc. a lo largo de las eras. Si por algún imprevisto la Humanidad desapareciera, estos “dioses” tienen previsto que otra especie terrestre nos releve del cometido de colonizar la Tierra, luego el sistema solar, y luego…
La pregunta del millón es cuándo esta especie alienígena se presentará para recoger el trabajo realizado por la Humanidad. ¿Nos rebelaremos o les adoraremos? Quien lo podría saber. De todas formas, nosotros ya estamos jugando a este juego con la genética y la robótica. Pronto lo sabremos en propias carnes.
Hay otra opción que tampoco tiene gracia: que ahora mismo otra especie extraterrestre plantee reconfigurar la Tierra para su uso y disfrute, caiga quien caiga, que sería toda la biomasa actual (a la que pertenecemos). Un buen meteorito como antiséptico y repoblar con su genética propia. Tal vez ya haya ocurrido y nosotros seamos uno de los resultados.
¡Qué cosas mas raras piensa mi amigo Manolo!
Si manolo como navega por el universo, con especies que van a poblar planetas lejanos. Lo interesante es que el ser humano siempre ha necesitado creer en algo, y por eso adora a un Dios creador.
ResponderEliminarInteresante repoblar el universo, con embriones enviados en naves espaciales, muy interesante.
Saludos
¿Independence day? Ya lo vimos en el cine.
ResponderEliminarTu amigo Manolo si que se predispone a pensar, todo es posible. Mi amiga Pia dice que hay seres superiores que desean comunicarse con nosotros, pero tal asi como estamos comportándonos no somos aptos ni para entablar relación con ellos ni con nosotros mismos. Es por eso que se han ocupado de establecer ciertas "reglas" en códigos entendibles por los seres humanos y tendientes a volvernos apacibles y civilizados, solo que nadie puede verlo: diez reglas son insuficientes para manejar a la humanidad, y encima de todo las diferencias de interpretación de estas pautas llevan a mas diferencias entre nosotros. Asi como se ve, jamas podrán acercarse, solo que se seleccione a unos pocos (los entendidos), los manipulables, los dominables. Pero lo cierto es que la raza humana es impredecible y por lo tanto compleja y única. No hay fusión, no hay trato, no hay acercamiento. La invención de las religiones no fue una buena idea, solo nos ha vuelto mas y mas inmanejables.
ResponderEliminarInteresante reflexion ....breve post con gran cantidad de ideas.
ResponderEliminarGenial !!
Ummm... ¡quién sabe! Pero si hemos sido enviados por una especie lo suficientemente inteligente como para crearnos y programarnos para prepararles el terreno no creo que la autodestrucción de la especie humana fuera ningún accidente, simplemente forma parte del programa; el terreno está listo, esta especie se autodesrtuirá en 3, 2, 1...
ResponderEliminarSaludos,