Maquiavelo nos indica que la envidia es un vicio que nunca descansa. Siempre tendrás envidiosos, pues es inevitable, todos los tenemos. Para Maquiavelo la solución es ascender poco a poco, de forma que todos se vayan acostumbrando a ello. Aun así, siempre quedará alguno acechando en la sombra. Deberás pensar cómo deshacerte de ellos, pues por su parte, nunca cesarán de maquinar tu ruina y tu desgracia.
Maquiavelo y la envidia |
Dice Maquiavelo: "Mátase la envidia de dos modos: es uno que algún gran peligro haga temer a cada cual por su vida, en cuyo caso prescinden todos de la propia ambición y acuden voluntariamente a obedecer al que juzgan que por su valor puede salvarles. El otro modo de extinguir la envidia consiste en que, natural o violentamente, mueran los que son tus émulos en la aspiración a la fama o a la grandeza, y que, al verte más reputado que ellos, no pueden vivir tranquilos ni sufrirlo con paciencia. Y si son hombres habituados a vivir en una ciudad de costumbres viciosas, donde la educación no pueda infundirles alguna virtud, será imposible que suceso alguno contenga sus malas inclinaciones; al contrario por realizar sus propósitos y satisfacer sus perversos instintos, verían satisfechos la ruina de su patria. El único remedio para vencer esta envidia es la muerte del que la alimenta.
Si la fortuna es tan propicia al hombre meritorio que, por fallecimiento natural de sus émulos, le libra de las asechanzas de la envidia, llega a ser famoso, pudiendo ejercitar sus virtudes sin obstáculos ni violencia; pero si no tiene esta suerte, debe pensar en la manera de librarse de envidiosos, y antes de intentar ninguna empresa, tener vencida esta dificultad." (Discursos, 3, XXX)
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