“Hasta hace unos meses, casi el 90% de las consultas que nos hacían estaban relacionadas con temas sentimentales”, recuerda Estrella Santos, presidenta de la Asociación Mundial de Videntes y Tarotistas.
El negocio de la videncia y el tarot |
El perfil de estos nuevos clientes de videncia o tarot es el de un ejecutivo o directivo, de edad comprendida entre los 40 y 60 años, que acude a interesarse por la marcha de sus empresas. El resultado de las fusiones y adquisiciones que tienen en marcha es una de las preguntas más recurrentes, asegura Santos.
“La mayoría quiere saber qué respuesta van a tener a sus proposiciones de nuevos negocios, o cuándo van a tener algún resultado sus inversiones”. Otros, los menos, quieren asegurarse de que los negocios que emprenden llegarán a buen puerto.
Santos, que admite que ha tenido algún político muy conocido entre sus clientes, explica que muchos de sus clientes actuales son ejecutivos y directivos de primera fila que prefieren el anonimato que ofrece la consulta telefónica para que la gente no les vea acudir a su consulta. “Muchos se sorprenderían de las personas que están al otro lado del teléfono”, añade en este sentido.
Conocer el futuro más próximo cuesta un mínimo de 20 euros la consulta, según fuentes del sector. Por ejemplo, Santos cobra 50 euros por media hora, el doble si se trata de una hora de servicio. “Atiendo a cerca de 800 personas cada mes, además de recibir más de 3.000 llamadas”, apunta en relación a el éxito de su gabinete.
La mirada crítica
Los adivinos hacen las predicciones anuales para atraer clientes a sus consultas, dice el divulgador científico Mauricio-José Schwarz. Este periodista, que sigue las hazañas de los brujos desde hace años, tiene claro por qué a veces aciertan cosas concretas:
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http://www.elartedelaestrategia.com/el_negocio_de_la_videncia_y_el_tarot.html
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En épocas de crisis, los que viven de las angustias ajenas hacen su agosto. En el fondo es buscar el consuelo que otros en otros tiempos encontraban en el confesionario o en el diván del psiquiatra.
ResponderEliminarUn saludo.
Eso es la magia, la has definido muy bien. Por eso las religiones pierden terreno, en especial las que tienen campana: no saben hacer magia y pierden clientes
EliminarSaludos, Cayetano