Ir al contenido principal

Las 20 leyes de la astucia

El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...

Nos vemos mejor de lo que somos


Tenemos una imagen que comprende aquello que somos física y psíquicamente, que los demás ven y que nosotros conocemos perfectamente. ¿O no?


"Conócete a ti mismo” era la recomendación que Sócrates daba a sus discípulos. La idea del filósofo griego era que sólo a partir de ahí se podía llegar a la sabiduría. El problema es que, según recientes investigaciones, eso de conocerse a uno mismo no es tan sencillo.

Nos vemos mejor de lo que somos
Nos vemos mejor de lo que somos
Cuando hablamos de lo que somos, nos referimos al conjunto de características físicas y psíquicas que hacen que cada uno de nosotros sea único y diferente. Pero, ¿somos capaces de vernos como somos realmente? La respuesta es que no. La mayoría de la gente “normal” –aquellos que no sufren patologías graves en la percepción de su imagen– se ve mejor de lo que es. “Nos vemos como si nos miráramos a través de gafas con cristales rosa”, asegura el profesor de Psicología de la Personalidad de la Complutense, Jesús Sanz. Según Sanz, “cuando se les pide a las personas que se describan con diversos adjetivos positivos y negativos, la mayoría suele usar más los primeros que los segundos. Alrededor de un 70% de positivos contra sólo un 30% de negativos”.

En esa apreciación coinciden los expertos que trabajan con la percepción de la imagen. El cirujano plástico Javier de Benito defiende esa misma opinión: “Si no tuviéramos fotos de cuando éramos jóvenes, creeríamos que estamos igual. Y lo cierto es que tenemos menos pelo, más arrugas... Es una ventaja de nuestra memoria: tendemos a olvidar aquello que no nos hace muy felices”.

Pero no es la memoria lo único que nos crea una imagen distorsionada de nosotros mismos. Para empezar, es físicamente imposible tener una imagen real de nuestro propio cuerpo. Las opciones para vernos son el espejo, las fotografías y las películas. En esos casos, la imagen es plana y no tridimensional. Además, en el espejo, que es el que habitualmente nos refleja, aparece invertida. Ni nos vemos como somos ni como nos ven los demás. Eso que ocurre con la imagen física sucede también con la voz. ¿Por qué cuando oímos nuestra voz grabada no la reconocemos? Primero, porque nuestra voz la oímos desde fuera, ya que nuestros oídos la recogen, pero también desde dentro, a causa de la resonancia interna. Y cuando la oímos grabada ocurre como con el espejo, el sonido grabado pierde frecuencias: no es exactamente igual al real.

CONTINUA EN:

Comentarios

  1. Pues yo me veo peor. Debe ser cosa educacional y de autoconcepto. Lo que pasa es que con los años me he ido conociendo y he aprendido a quererme.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con los años, uno se acaba aceptando; en caso contrario, algo funciona mal o muy mal

      Saludos, Cayetano

      Eliminar
  2. Yo también me voy aceptando poco a poco. En algún momento me exigí mucho...Ya creo que ahora solo lo necesario.

    Si creo que me paso con mis hijos de vez en cuando...

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exigirse mucho está bien... en cortos periodos de tiempo, no como hábito. También es comprensible que al querer lo mejor para los hijos, les exijamos a veces mas de lo debido, pero también tienen que jugar.

      Saludos, Manuel

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La pregunta del barbero

Un hombre llamado Juan asomó la cabeza en la barbería de Paco y preguntó: "¿Cuánto tiempo tengo que esperar para un corte de pelo?" Paco, mirando la tienda llena de clientes, respondió: "Unas dos horas." Juan se marchó. Unos días después, Juan volvió a asomarse y preguntó: "¿Cuánto tiempo tengo que esperar hoy para un corte de pelo?" Paco, observando la tienda, dijo: "Unas tres horas." Juan se fue nuevamente. Una semana más tarde, Juan regresó y preguntó: "¿Cuánto tiempo tengo que esperar hoy para un corte de pelo?" Paco, revisando la tienda, respondió: "Unas hora y media." Juan se marchó una vez más. Paco, intrigado, se volvió hacia su amigo Luis y le dijo: "Oye, Luis, hazme un favor. Sigue a Juan y mira a dónde va. Siempre pregunta cuánto tiempo tiene que esperar, pero nunca regresa."  Ver Las 20 leyes de la astucia Un rato después, Luis regresó a la barbería, riéndose a carcajadas. Paco, curioso, preguntó: "¿...

El profesor y la alumna en privado

El profesor Johnson se encontraba absorto en sus papeles cuando unos suaves golpes en la puerta lo sacaron de su concentración. "Adelante", dijo sin levantar la vista. La puerta se abrió y se cerró rápidamente. El sonido de tacones sobre el suelo de madera lo hizo alzar la mirada. Allí estaba Emily, una de sus estudiantes más problemáticas, acercándose a su escritorio con una mirada que lo puso inmediatamente en alerta. Emily se inclinó sobre el escritorio, su blusa entreabierta revelando más de lo apropiado. El profesor Johnson contuvo la respiración, incómodo ante la situación.  "Puedo hacer lo que quieras", susurró Emily con voz temblorosa, "pero por favor... cambia mi última calificación. Lo necesito, o la administración me expulsará".  Ver Las 20 leyes de la astucia El corazón del profesor Johnson se aceleró, no por deseo, sino por compasión y preocupación. En los ojos de Emily vio desesperación, no seducción. Con calma, se levantó y abrió la puerta. ...

Las 20 leyes de la astucia

El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...

El motivador cuento de la hormiga y la miel

El motivador cuento de la hormiga y la miel cautiva con su poderosa enseñanza: la moderación da paz, el exceso consume. Una gota de miel cayó al suelo. Una hormiguita, atraída por su dulzura, se acercó y la probó.  La miel era tan deliciosa que no pudo resistir la tentación de volver. Tomó otro sorbo, luego otro, cada vez más hechizada por este néctar divino . Pero pronto, la hormiga, insaciable, quería más. Decidió sumergirse por completo en la gota de miel, bañarse en ella, perderse en ella. Se sumergió, se envolvió, se ahogó. ¡Ay! La miel, tan dulce, se convirtió en su prisión. Sus patitas, pegajosas, ya no podían moverse. Luchó, luchó, pero en vano. La miel, lentamente, la rodeó, la inmovilizó, la asfixió. Y la hormiga, prisionera de su propia gula, pereció en esta dulzura mortal. Los Sabios dicen: "El mundo es solo una enorme gota de miel". El que se contenta con probarlo con moderación encuentra la paz. Pero el que se sumerge en ella, codicioso e insaciable, es tragad...

El médico chino

Un médico chino no puede encontrar trabajo en un hospital en EE. UU., así que abre su propia clínica. Pone un letrero afuera que dice: "TRATAMIENTO POR $20 - SI NO SE CURA, RECUPERE $100. " Un abogado estadounidense piensa que esta es una gran oportunidad para ganar $100 y va a la clínica. Abogado: "He perdido mi sentido del gusto." Médico chino: "Enfermera, traiga la medicina de la caja Nº 14 y ponga 3 gotas en la boca del paciente." Abogado: "¡Puaj! Esto es queroseno." Médico chino: "Felicidades, su sentido del gusto está restaurado. Deme mis $20." El abogado, molesto, regresa unos días después para intentar recuperar su dinero. Abogado: "He perdido la memoria. No puedo recordar nada." Médico chino: "Enfermera, traiga la medicina de la caja Nº 14 y ponga 3 gotas en su boca." Abogado (molesto): "Esto es queroseno. Me diste esto la última vez para restaurar mi gusto." Médico chino: "Felicidades. Ha rec...