El tití es un monito trepador, con uñas muy alargadas.
Un tigre que sentía picazones en el cráneo le pidió a un tití que le rascara la cabeza. A la larga, el tití hizo un pequeño hoyo en el cráneo del tigre, pero éste no se dio cuenta, sumido en el bienestar que esta operación le causaba. El tití comenzó a comerse los sesos del tigre y varias veces le ofreció los restos de su comida. El tigre lo declaró su fiel y devoto amigo y cada vez iba encontrando más placer en tenerlo junto a él.
El tití y el tigre |
Cuando ya no quedó nada en la caja craneana del tigre, éste fue presa de violentos dolores de cabeza. Quiso castigar al pérfido, pero el tití ya se había refugiado en la copa de un árbol. El tigre rugió, dio un salto y murió.
Tan Gai
El pez pequeño, se comió al grande...
ResponderEliminarUna reflexión muy buena
Saludos Carolus
Eso es lo que se dice comer el coco.
EliminarSaludos, Manuel
impactada jjajajajajjajaj
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