Gallina vs. comadreja: ¡silencio! Tu éxito se protege. Aprende a callar tus logros. Lecciones de sabiduría contra envidia ajena.
En un pequeño corral, vivía una gallina muy orgullosa. Cada vez que ponía un huevo, no podía contener la emoción. Cacareaba tan fuerte, que todo el vecindario la escuchaba.
—¡Cloc, cloc, cloc! ¡He puesto un huevo! —gritaba feliz, alzando el pecho.
Pero cerca, escondida entre los matorrales, la comadreja la escuchaba también.
Cada vez que oía aquel alboroto, corría al gallinero y se llevaba el huevo recién puesto.
Y así, una y otra vez, la gallina perdía el fruto de su esfuerzo.
Un día, una vieja gallina del corral le dijo:
—Amiga, si sigues contando a todos lo que haces, siempre habrá alguien que te quite lo que tanto te costó lograr.
Desde entonces, la gallina aprendió a guardar silencio. Puso sus huevos en paz, sin anunciarlo al mundo… y nunca más volvió a perder ninguno.
Reflexión:
Hay quienes, como la gallina, no pueden evitar contar sus planes, sus logros o sus sueños. Pero no todos los que escuchan se alegran por ellos.
A veces, el silencio protege más que mil palabras. Porque no todo lo que brilla debe mostrarse… y no todo lo que logras debe anunciarse. Ver Las 20 leyes de la astucia
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