Ucrania logra un golpe monumental contra la flota rusa, eliminando un submarino valorado en 400 millones de dólares: la estrategia marítima cambia.
El Mar Negro, escenario de una guerra naval asimétrica y constante, presenció un giro dramático en el conflicto. Un submarino de la flota rusa, pieza clave en su arsenal valorada en $400 millones de dólares, fue inutilizado por las fuerzas ucranianas. Este no es solo un logro militar; es una poderosa declaración sobre la evolución de la estrategia de Kyiv y el cambio en el equilibrio de poder en las aguas territoriales. Lo que antes parecía una superioridad naval inquebrantable para Moscú, ahora se tambalea ante la innovación y la audacia ucraniana.
El ataque subraya la vulnerabilidad de los activos de alto valor de Rusia, incluso aquellos diseñados para operar en secreto bajo la superficie. Ver Las 20 leyes de la astucia
![]() |
| Captura de pantalla del momento en el que los drones alcanzan el submarino |
La estrategia asimétrica de Kyiv
La estrategia de Ucrania en el Mar Negro se ha basado en la asimetría, utilizando drones marítimos, misiles de crucero y, cada vez más, inteligencia precisa para contrarrestar la inmensa superioridad numérica de la flota rusa. La pérdida de un submarino de esta clase, capaz de lanzar misiles de largo alcance, representa un revés operativo y psicológico de gran magnitud para el Kremlin.
Estos sumergibles, en particular, son críticos para la estrategia de Moscú de proyectar poder a distancia y mantener una amenaza constante contra las ciudades costeras ucranianas. Su destrucción obliga a la flota a operar con mucha mayor cautela y a reevaluar sus despliegues.
Este éxito es un testimonio de la eficacia de la estrategia ucraniana, enfocada en la inteligencia y la tecnología de bajo coste para neutralizar objetivos de alto valor. Ver El asombroso dominio de los drones de mil dólares
El alto coste operativo y simbólico
La pérdida de un submarino no se mide solo en los $400 millones de dólares de su coste. También implica la baja de tripulación altamente especializada y un severo golpe a la capacidad de disuasión de Rusia.
Para Ucrania, este golpe es una victoria simbólica que eleva la moral y demuestra a sus aliados occidentales que la ayuda militar es efectiva. Es una prueba tangible de que la guerra no está estancada y que Ucrania puede llevar la lucha a los activos más protegidos de Rusia.
La estrategia de atacar objetivos en el Mar Negro ha sido fundamental para la economía ucraniana. Al debilitar el control naval ruso, Kyiv ha logrado reabrir parcialmente rutas marítimas vitales para sus exportaciones, especialmente de grano.
El futuro de la guerra naval en el Mar Negro
Este incidente marca un punto de inflexión. Demuestra que ya no hay un refugio seguro para la flota rusa en la región, ni siquiera bajo el agua. La estrategia ahora debe centrarse en la preservación de sus activos restantes y en la búsqueda de nuevas formas de defensa contra las innovadoras amenazas ucranianas.
La guerra de submarinos y drones en el Mar Negro está redefiniendo los conceptos de defensa costera y poder naval. Este impactante éxito ucraniano subraya la importancia de seguir invirtiendo en tecnología asimétrica para contrarrestar a un enemigo más grande y mejor equipado. Ver El fascinante arte de la estrategia
Y tú, ¿qué
opinas? Puedes dejar tus comentarios más abajo.
Te invito cordialmente a compartir esto con todos tus amigos. Tu apoyo significa mucho. ¡Gracias de antemano!

Comentarios
Publicar un comentario