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Mostrando las entradas etiquetadas como Cardenal Mazarino

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El poder del silencio

En el corazón de la corte del rey Luis XIV, en una época de intrigas y conspiraciones, el cardenal Mazarino, astuto consejero y maestro del poder en la sombra, observaba el juego político con una mirada penetrante.  Su rostro, sereno y calculador, ocultaba una mente afilada como un puñal, siempre preparada para aprovechar cualquier debilidad en sus adversarios. Ver  20 reglas para el juego del poder Un día, en los pasillos del palacio, el joven Duque de Montaigne, impetuoso y ambicioso, se acercó a Mazarino. El duque había estado murmurando en los círculos de la corte, criticando las políticas del cardenal y buscando alianzas para debilitar su influencia. —Cardenal Mazarino —dijo el duque con una sonrisa astuta—, parece que los tiempos están cambiando. Quizás sea hora de reconsiderar algunas decisiones. Mazarino, sin perder la compostura, lo miró con frialdad y respondió: —Duque de Montaigne, en este juego de poder, las palabras son como espadas. Hay que manejarlas con cuidado, pues un

El sospechoso actúa como un culpable

Hubo un horrible crimen (uno de tantos) en el que al parecer ser un individuo mató y posteriormente quemó a sus dos hijos. Ahora, el juicio está siendo televisado, aunque hace muchos meses también se emite todo lo relacionado con este personaje. Probablemente este fulano sea el autor del crimen, pero se nos olvida todo aquello de la presunción de inocencia, que es lo que en teoría nos separa de Irán, Cuba o Corea del Norte. Imagine que de pronto Ud. es señalado como culpable por los medios de comunicación, lo sea o no de verdad. Ya ocurrió un caso en el que gracias a esta nueva costumbre nacional, una señora se comió el marrón de unos cuantos meses en el trullo hasta que apareció el culpable. Tuvo esta señora la mala fortuna de que tenía pinta de culpable y la telebasura se encargó de recordárnoslo.  El sospechoso actúa como un culpable  Pero, claro, todo sea por la pasta, ahí hay filón televisivo y el individuo da el perfil que se necesita para tener tirón mediático. Adem

El enemigo no declarado, siempre a tu lado

Consejos para cuando tienes cerca de ti a alguien de quien que no te fías El enemigo no declarado, siempre a tu lado. Cardenal Mazarino Si temes que en tu ausencia trate alguien de suscitar agitaciones o quejas contra ti, o cualquier cosa de este género, llévalo contigo con un pretexto amistoso cuando vayas al paseo, a la caza, o a la guerra. Tenlo a tu lado en la mesa, en las reuniones, etc. De la misma manera, si quieres evitar que las naciones vecinas se aprovechen de una de tus expediciones para declararte la guerra, lleva contigo a lo más granado de esas naciones como si se tratara de tus aliados más fieles, pero teniendo cuidado de hacerlos escoltar por una pequeña tropa armada en la que puedas poner toda tu confianza. Cardenal Mazarino Te puede interesar: Los 15 axiomas del Cardenal Mazarino El Arte de la Estrategia tusbuenoslibros

Consejos de un Cardenal maquiavélico

Cómo conocer las intenciones que se esconden detrás de las palabras Consejos de un Cardenal maquiavélico Ante todo, escucha las razones alegadas por quien defiende una causa, y mira si son buenas. Considera después cómo obra aquel hombre ordinariamente y, por lo tanto, si hay lugar en este caso particular de sospechar de él. Así, uno que se pusiera a hablar con ardor cuando jamás se acalora por nada, no expresa su opinión personal. O también un hombre que cambiara brutalmente de opinión y pusiera tanto fuego en defender ahora lo que atacaba un momento antes, visiblemente ha sido comprado. Si una vez convencido de su error, se mantiene en sus posiciones, es que no obra por las razones que pretende. Igualmente si su discurso inflamado se apoya en argumentos sutiles y demasiado elaborados, en sofismas contrarios a su carácter, o en razones que no lo son. Ocurre también que nuestro hombre para defender el mismo punto de vista utilice unos argumentos contradictorios al comien

Arte de demagogia

Si buscas el favor de los individuos del pueblo, promételes unas ventajas materiales a cada uno personalmente. Porque esto es lo que los interesa y no el honor o la gloria. Arte de demagogia Si tienes que hacerles críticas, no tomes como blanco ni su sensatez ni su competencia. Alaba sus planes, la excelencia de sus objetivos, etc., pero señálales las dificultades que los aguardan, el costo de la empresa, etcétera. Sé siempre el defensor de las franquicias populares. Afirma abiertamente que jamás has hecho daño a nadie, que ésta es la única razón que te hace esperar la corona real, y citarás ejemplos precisos que tengas preparados para la circunstancia. Cada vez que aparezcas en público condúcete de manera irreprochable, porque un solo error ha arruinado a menudo una reputación de manera definitiva. Finge la humildad, la ingenuidad, la familiaridad, el buen humor. Cumplimenta, agradece, muéstrate disponible, incluso con aquellos que no han hecho nada para esto. Si debes abando