Nacida en Agosto de 1876, e hija de un modesto sombrerero llamado Adam Zelle, a quien sus vecinos apodaban "el Barón" por sus delirios de grandeza. Margaretha tuvo una infancia tan feliz como inadecuada. A los 6 años, en el colegio más caro de la ciudad, en el primer día de clase llegó en una carroza tirada por cabritas blancas enjaezadas con cintas. De adolescente, ingresó al Instituto Leyden de Amsterdam. De una exótica belleza, herencia de su madre, muy pronto tomó conciencia del poder que podía reportarle. Cuenta la leyenda, que el director del centro, se enamoró perdidamente de ella, que tenía 16 años, por lo que fue expulsada y se fue a vivir con su tío. Para escapar de él, se casó a los 19 años con el Capitán Rudolf Mac Leod, y lo acompañó cuando fue destinado a las Colonias de Java y Sumatra, donde aprendió las danzas nativas balinesas. Ver Cómo ser una mujer fatal Luego de cinco años de matrimonio, dejó a su marido alcohólico y regresó a Europa, al París de la