Había una vez en un pequeño pueblo rodeado de montañas, un joven llamado Lucas. Lucas era conocido por su deseo de convertirse en el hombre más fuerte del lugar. Pasaba horas en el gimnasio, levantando pesas y entrenando duro. Sin embargo, a pesar de su esfuerzo, siempre parecía quedarse atrás en comparación con otros jóvenes del pueblo. Ver 3 pasos para superar tus obstáculos Un día, mientras entrenaba intensamente, el sabio del pueblo, un anciano llamado Don Mateo, se le acercó. Don Mateo era famoso por sus consejos llenos de sabiduría y por haber vivido muchas experiencias a lo largo de sus años. —Lucas —dijo Don Mateo con una sonrisa—, veo que te esfuerzas mucho para ser fuerte. —Así es, Don Mateo —respondió Lucas—. Quiero ser el más fuerte del pueblo. Pero parece que por más que lo intente, no logro mejorar lo suficiente. Don Mateo asintió lentamente y se sentó en un banco cercano. —Lucas, un sabio me dijo una vez que para ser fuerte no hay que levantar demasiado peso. Con levan