¿Hemos olvidado las lecciones del pasado? Hace 35 años, las prácticas cotidianas reflejaban una forma de vida más sostenible, aunque no se le llamara "ecologismo". No tirábamos el vidrio a la basura porque lo llevábamos a la tienda para obtener dinero por el casco de las botellas. Tampoco acumulábamos bolsas de plástico; en su lugar, utilizábamos talegas reutilizables. Sin campañas mediáticas ni marketing "verde", el cuidado del entorno era algo natural y práctico. Hoy, el ecologismo se ha convertido en un negocio multimillonario, y aunque las intenciones pueden ser buenas, muchas veces las soluciones nos alejan de la sencillez de aquellas prácticas. Es un buen momento para reflexionar: ¿podemos combinar los avances tecnológicos y las lecciones del pasado para construir un futuro más consciente? Quizá volver a lo básico sea la clave para un verdadero cambio. 🌍 ¿Qué opinas? ¿Crees que las prácticas de antes tenían más sentido que las actuales? Déjame tu comentario. ...