La diferencia entre quienes alcanzan sus sueños y quienes no lo hacen rara vez se debe al talento o la suerte. Lo que realmente marca la diferencia son la mentalidad, la disciplina y la capacidad de persistir a pesar de los obstáculos. Los que logran sus metas tienen una visión clara de lo que quieren. No se limitan a soñar, sino que convierten sus deseos en objetivos concretos y diseñan un plan para alcanzarlos. Además, entienden que el éxito no llega de la noche a la mañana y están dispuestos a trabajar de manera constante, sin esperar resultados inmediatos. Otro factor clave es la resiliencia . Quienes alcanzan sus sueños no temen al fracaso; lo ven como parte del proceso. Aprenden de sus errores y siguen adelante en lugar de rendirse. En cambio, quienes no lo logran suelen desmotivarse ante la primera dificultad o se quedan paralizados por el miedo al fracaso. También influye la capacidad de adaptarse . El camino hacia cualquier sueño está lleno de imprevistos, y solo quienes...