Excelente estratagema usada en multitud de ocasiones que se basa en aparentar ser mucho más fuerte que lo que se es en realidad.
La victoriosa estratagema de aparentar Conejo disfrazado de tigre |
Repartiendo los trescientos hombres en tres escuadrones, dio a todos ellos trompetas en sus manos, y cántaros vacíos con teas ardiendo dentro de los cántaros. Y les dijo: Miradme a mí, y haced como hago yo; he aquí que cuando yo llegue al extremo del campamento, haréis vosotros como hago yo. Yo tocaré la trompeta, y todos los que estarán conmigo; y vosotros tocaréis entonces las trompetas alrededor de todo el campamento, y diréis: ¡Por Jehová y por Gedeón!
Llegaron, pues, Gedeón y los cien hombres que llevaba consigo, al extremo del campamento, al principio de la guardia de la medianoche, cuando acababan de renovar los centinelas; y tocaron las trompetas, y quebraron los cántaros que llevaban en sus manos. Y los tres escuadrones tocaron las trompetas, y quebrando los cántaros tomaron en la mano izquierda las teas, y en la derecha las trompetas con que tocaban, y gritaron: ¡Por la espada de Jehová y de Gedeón! Y se estuvieron firmes cada uno en su puesto en derredor del campamento; entonces todo el ejército echó a correr dando gritos y huyendo.
Gedeón derrota a los madianitas. Jueces. Cap. 7
Es muy interesante el detalle de llevar encendidas las antorchas dentro de cántaros para que, simplemente con romperlas, se haga la luz.
Esta treta se usó por Aníbal para escapar de una encerrona que le tendió el general romano Quinto Fabio Máximo. Por la noche, envió dos mil bueyes colina arriba, con antorchas atadas a los cuernos. El general romano pensó que el ejército púnico se ponía en movimiento para escapar de la trampa cruzando la montaña, y salió a encontrarse con él. Así, dejó el paso libre por donde Aníbal pasó tranquilamente con su ejército y todo el botín.
Napoleón realizó el mismo engaño en Italia. En la batalla del puente de Arcole recurrió a una estratagema similar y ordenó a todos sus tambores y trompetas que describieran un círculo alrededor de la retaguardia de su enemigo haciendo todo el ruido posible. Los austriacos, creyendo que los franceses estaban atacando su retaguardia, deshaicieron su sólida defensa y persiguieron los tambores con su ejército, lo que permitió a Napoleón cruzar el rio. Ya sólo le quedaba atacar para conseguir la victoria.
Extraído del libro:
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Y es que las batallas se ganan con la inteligencia, no solo con las armas.
ResponderEliminarUn saludo.
Así es, Cayetano, vale mas mña que fuerza. Y como decía Sun Tzu, "el arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si está cerca del enemigo, ha de hacerle creer que está lejos; si está lejos, aparentar que se está cerca. Poner cebos para atraer al enemigo"
EliminarSaludos