¿Te encuentras con la atención dispersa y sin saber cómo reordenarlo todo y volver a empezar?
No ser capaz de centrarse es uno de los problemas que impiden que tengas los resultados que quieres en tu vida, pero no es el único. Quizá tu problema no sea no poder centrarte, sino no saber en qué centrarte.
3 pasos para recuperar la concentración y el enfoque |
Son dos cosas distintas pero relacionadas. Por un lado, la habilidad de enfocarte y sacar adelante las cosas, y por otro, el saber en qué tienes que centrarte. ¿El punto de unión? Cuando no sabes lo que quieres, es difícil centrarse.
Seguro que has oído muchas veces eso de que consigues aquello en lo que te centras, en lo que te enfocas. Cuanto más te centras en algo, sea lo que sea, más recursos utiliza tu mente para detectarlo (de ahí que si estás embarazada empieces a ver mujeres embarazadas por todas partes, por ejemplo), pudiendo llegar a dominar tus pensamientos y a afectar a tu comportamiento. ¿El problema? Cuando eliges centrarte en algo que no te beneficia.
Si te centras en lo que te limita, te limitas. Si te centras en que no entiendes algo, menos espacio dejarás para entender. Si te centras en tus carencias, en lo que te falta (ya sea talento, tiempo, dinero, etc.), empezarás a encontrar pruebas de que es verdad y cada vez te esforzaras menos o directamente tirarás la toalla. Si te centras en tus miedos, cada vez verás más pruebas de que son reales y no serás capaz de ver las oportunidades. ¿Me equivoco?
Lo bueno es que este proceso funciona igual para las cosas positivas. Puedes elegir enfocarte en algo que te beneficie, que te abra puertas en lugar de cerrártelas. Y como los pensamientos están unidos a las emociones y a las acciones, si cambias en lo que te centras, cambiarás tus pensamientos, emociones y acciones y conseguirás resultados distintos. Por tanto, saber elegir en qué vas a enfocar tu atención es fundamental.
Pero claro, igual de importante que saber elegir bien en qué enfocas tu tiempo, energía y pensamientos es desarrollar la habilidad de concentrarse, de no perder el rumbo o dispersarse. Porque al igual que no centrarte en las cosas adecuadas no te da resultados, tampoco te los da no saber aplicarte a ello, por mucho que sepas en qué centrarte. Ese es el problema en muchos casos, tus pensamientos se dispersan, cuando si te centraras tendrías excelentes resultados.
Entonces, ¿cómo puedes recuperar la concentración y centrarte en lo que más te beneficia, en lo que mejores resultados te va a dar? Lynn Marie Sager en su libro “A river worth riding” nos recomienda seguir estos pasos:
1. Imagina el futuro que quieres
En muchos casos este es el problema, necesitas una visión clara de lo que quieres para poder centrarte y avanzar hacia ese futuro. Para no dispersarte, estancarte o malgastar tiempo y energía haciendo cosas que no te llevan donde tu quieres ir. Como ella dice: “Hay una conexión entre saber lo que quieres y conseguir lo que quieres.”
2. Identifica lo que te distrae
¿Qué te hace perder el rumbo? Para poder eliminar las distracciones que tanto te afectan hay que identificarlas primero. Noticias negativas, cotilleos, gente quejica, estar preocupada, enfadada. Cuando te sientas así, pregúntate que te hizo perder la concentración y el ánimo y ya sabes: ¡evítalo!
Una de las cosas que más te afecta son tus circunstancias: las noticias y la gente negativa. Eso hace que te centres en lo mal que están las cosas y que dejes pocos recursos a las posibilidades. Si dejas que estos factores controlen lo que piensas, les estas dejando controlar cómo reaccionas frente a tu vida, cómo te comportas, y por tanto, los resultados que tienes.
No digo que no tengas que estar informada, pero no te obsesiones, hace falta un equilibrio. Si la información hace que tu vida se derrumbe, ponle freno. Además, en estos casos, aquello en lo que nos centramos nos provoca miedo, así que si aprendes a controlar en lo que te centras, aprenderás a controlar el miedo De ahí que la gratitud sea tan poderosa, porque te centras en lo que tienes no en lo que te falta. Según el doctor Martin Seligman, psicólogo, hay algo que nunca falla para provocar satisfacción a largo plazo, y puedes aplicarlo para empezar a eliminar la negatividad y sus efectos de tu vida:
Cada noche antes de dormir escribe en un papel tres cosas que hayan ido bien ese día. Puede ser algo especialmente importante (me llamaron de un trabajo, conseguí un nuevo cliente) o algo no tan relevante pero que para ti sea significativo (mi marido me regaló flores, lo pasé bien con mis amigos, etc.). Ahora apunta lo más importante, por qué fueron bien. Ejemplo: Me llamaron de un trabajo porque soy buena para ese puesto, lo pasé bien con mis amigas porque tengo unas amistades estupendas y saco tiempo para ellas, etc. Este ejercicio diario logrará que empieces a valorar las cosas positivas de tu vida y tu papel en ellas.
3. Desarrolla la habilidad de centrarte.
Ser capaz de centrarse es una habilidad que puedes desarrollar con la meditación o con ciertas disciplinas que requieran concentración como yoga, bailar, escribir, practicar algún deporte, etc. Elige una y empieza.
La combinación de estas pautas te ayudará a mejorar tu capacidad para enfocarte y a definir claramente en qué enfocarte y, ya sabes, si empleas tu tiempo en lo que quieres, empezaras a conseguir lo que quieres (parece obvio pero no lo es, piénsalo bien.)
¿Cuál es tu caso? ¿Te cuesta centrarte o no has elegido bien en qué hacerlo?
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Esto de escribir lo bien que fue el día lo hago desde hace tiempo. Me lo enseño un profesor de la secundaria. En mi caso escribo en forma de dirigirme a alguien. Lo he estado dejando de lado durante un tiempo por las ocupaciones, pero no lo olvido...Creo que lo he ca,mbiado por hablarlo con mi esposa
ResponderEliminarSaludos Carolus
Es lo que tienen las mujeres, que nos hacen perder el enfoque...
EliminarSaludos, Manuel