El estrés social, laboral e, incluso, emocional en el que vivimos inmiscuidos es el causante de numerosas tensiones, que se acompañan generalmente de contracciones musculares innecesarias y perjudiciales.
Entrenamiento autógeno: del estrés a la calma |
El entrenamiento autógeno puede ayudar a superar estas presiones cotidianas a través de la conexión con el sistema del descanso y la relajación (Sistema Nervioso Autónomo), permitiendo que el cuerpo se regenere por sí mismo tras alcanzar un estado de calma y tranquilidad.
Esta terapia, de orientación psicofisiológica ejerce su acción gracias a la activación de procesos naturales como la autorregulación y la neutralización de experiencias traumáticas.
Sus orígenes se remontan a los estudios del fisiólogo alemán Oskar Vogt sobre el sueño y la hipnosis a finales del siglo pasado, mediante los que llegó a descubrir una técnica de relajación que denominó ‘reposo autohipnótico psicoprofiláctico’, basada en la concentración en sensaciones de peso y calor en las extremidades.
Años más tarde, Johannes Heinrich Schultz, neurólogo y psiquiatra, demostró que el estado especial de conciencia inducido por estos ejercicios difería del hipnótico, ya que se caracteriza por un aumento de la amplitud mental, mientras que la hipnosis produce un estrechamiento de la conciencia.
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