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Las 20 leyes de la astucia

El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...

Por qué Internet nos hace más tontos como especie

Hay serias dudas sobre si Internet nos hace más listos o más tontos. Sesudos estudios han llegado a conclusiones opuestas sobre si somos más tontos desde que existe Internet, lo que no deja de ser otra estupidez. Estupidez muy humana, por cierto.


Es indudable que Internet ha traído grandes beneficios a la Humanidad. Y también es cierto que está ocasionando daños, como cualquier adelanto tecnológico rompedor que crea nuevos puestos de trabajo y destruye otros, que acaba con unos paradigmas y crea otros. 

Por qué Internet nos hace más tontos como especie
Por qué Internet nos hace más tontos como especie
Para el que tenga inquietudes intelectuales, es fascinante comprobar que a un clic de ratón (o dedazo en la grasienta pantalla) puedas acceder a la mayor parte del conocimiento de la Humanidad. Sería algo así como una aproximación al Aleph borgiano.

Ya hace años que se señaló que en internet había mucha información y poco conocimiento. Tal vez sea así, pero eso no se diferencia mucho de cualquier biblioteca pública, donde conviven libros “basura” y libros excelentes. Allá tú lo que busques y por lo tanto, encuentres.

Sin embargo, sospecho que el uso masivo de esta mágica red se limita a un uso compulsivo de las redes sociales, tecleando como posesos y colgando nuestras intimidades para que el planeta entero las observe con morbo. Estaba claro que de ahí a la moda del sefie, solo había un pequeño paso. Las estupideces que circulan por Internet son inmensas y tienden al infinito. Bulos absurdos, predicadores desquiciados, información alucinante sin contrastar, niños enfermos terminales que llevan una década sin morirse, selfies narcisistas (algunos de ellos mortales), piques para ver quien graba la ocurrencia más imbécil… la lista es infinita. No te sonrías, nadie nos salvamos, yo mismo he picado alguna vez. Poco rato, hasta comprobar lo leído, pero confieso que he picado. Remarco que he escrito “confieso que he picado”, no que “he pecado”, que eso es un asunto personal.

Por otra parte, la presión social en las redes sociales es enorme. Como al rebaño se le instale alguna idea en la cabeza, que muchas veces suele ser una gilipollez, a vez quien es el guapo que les canta las verdades del barquero.  Si lo intentas, ya me contaras como logras sobrevivir y en qué estado. “Rebaño power”, la inteligencia de las masas.

Hace unos meses, hubo un descalabro de unas horas en la bolsa de Nueva York ocasionado por un Twitter en el que un pirata informático citaba que Obama había sufrido un atentado. Las “élites” que “manejan” la economía mundial se lo tragaron enterito. Cada vez es más frecuente que los medios de comunicación se traguen bulos y los publiquen como exclusiva. Me podría extender durante miles de líneas citando ejemplos de personas con probada solvencia intelectual que se creen cualquier cosa que aparezca en Internet con la misma facilidad que se creen lo que aparece en los medios.  Vamos, que de hacer el tonto no se salva nadie. Ya nos avisó Friedrich von Schiller que “contra la estupidez, hasta los propios dioses luchan en vano”

Pero una cosa es una entrada ocasional en el universo de la estupidez y otro asunto más grave el instalarse a vivir allí. De hecho hay millones de personas que disfrutan en este lindo país de tontos y tonterías. Seguro que conoces cientos de casos, empezando por familiares y amigos cercanos. De hecho, hay programas de televisión que se dedican en exclusiva a este apasionante mundo.

En los años ochenta, el profesor que nos enseñaba informática nos decía que este invento de los ordenadores era un multiplicador. Explicaba que si a un ordenador le metes oro, multiplica el oro y que si le metes mierda, también la multiplica. Hasta ahí, todo es evidente. Pero no acababa ahí su demostración: si metías oro y mierda a la vez, entonces se multiplicaba la mierda, pero no aparecía el oro. En aquellos tiempos, los simples mortales no imaginábamos internet tal como es ahora. Estoy seguro que mi antiguo profesor se estará partiendo de risa con el gran multiplicador que es internet. Me imagino de qué color lo ve y de qué olor le apesta.

Ahora ya conoces la naturaleza real de internet, así que ten cuidado con lo que multiplicas: tu inteligencia o tu tontuna. Tú eliges como lo usas.

Comentarios

  1. Ni tontos ni listos. Internet no tiene la culpa. Ya venimos así de serie.
    Un saludo.

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    Respuestas
    1. Así lo creo, Internet es solo una lupa sobre nuestras cualidades, ya sean buenas, malas o todo lo contrario

      Un saludo.

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  2. Como bien dice el artículo, sólo es un multiplicador, puede multiplicar el oro del conocimiento compartido y la mierda de la ignorancia de todos. Es una gran herramienta, pero como un martillo, lo puedes utilizar para construir una casa o para aplastar una cabeza, tu eliges. El problema es la educación de las masas.

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