Ir al contenido principal

Agresión en la oficina. Jefes miserables y compañeros tóxicos

La agresión en la oficina existe y puede provenir tanto de unos jefes miserables como de unos compañeros tóxicos


Los oasis laborales pueden convertirse, a toda velocidad, en ambientes resecos y deplorables, porque la guerra psicológica trepa más rápido que la felicidad, araña con sus zarpas las autoestima y revienta la lealtad y el orgullo de pertenecer a un equipo llamado a hacer grandes cosas y, sobre todo, a hacerlas pasándoselo bien.

Hay formas de saltar ante esta agresión en la oficina antes de que se estampe el coche, de administrar al compañero que lo enmierda todo y de no perder los nervios ni, la mayoría de las veces, la sonrisa.

  
Agresión en la oficina por jefes miserables


No es lo mismo que el agua sucia de la agresión en la oficina mane de la fuente de un jefe, de la propia cultura de la empresa o de un compañero de igual rango. Los jefes miserables suelen ser de dos tipos: o fuertes y narcisistas o débiles y cobardes.
  
Los fuertes y narcisistas machacan a sus empleados con comentarios destructivos que excusan como una forma de motivar; se preocupan exclusivamente de su bienestar, de su poder y de su estatus (y asumen que si ellos están bien, el equipo está bien); se atribuyen todos los éxitos e ideas de sus subordinados también delante de ellos y viven enganchados al trabajo e imponen a su gente el mismo ritmo (aunque no tengan ni el mismo salario ni la misma responsabilidad) con llamadas y correos urgentes a horas intempestivas.

En paralelo, establecen objetivos inalcanzables que redundan en la desmoralización y sensación de insuficiencia de la mayoría de los suyos y reservan para los mandos intermedios una de sus estrategias más perversas: dejarlos sin galones ni poder para que los devoren sus subordinados, y echarles después la culpa del caos de su gestión.  
  
Los líderes débiles y cobardes, simplemente, toleran que la cultura tóxica de la empresa y las presiones de sus jefes fuertes y narcisistas recaigan, como bolas de plomo, directamente sobre sus equipos. Acusarán a sus colaboradores de los fracasos del departamento en reuniones a puerta cerrada con sus amos. Se atribuirán, también en privado, todos sus éxitos.

Agresión en la oficina. Jefes miserables y compañeros tóxicos
Agresión en la oficina. Jefes miserables y compañeros tóxicos
Aceptarán puestos de poder para los que saben que no están en absoluto capacitados y para los que sus propios equipos no confían en ellos, y eso les llevará a depender, como marionetas al viento, de los caprichos de sus jefes narcisistas. Mirarán para otro lado cuando haya agresión en la oficina y los más matones de sus subordinados abusen, marginen y degraden a sus compañeros. A sus malas prácticas se suman entonces las de los subordinados tóxicos. 
  

Agresión en la oficina por subordinados tóxicos: Tarados


Los subordinados tóxicos tienen perfiles diversos y, en ocasiones, acumulan más de una tara. Entre las taras posibles se encuentra, para empezar, ser un vago lamentable que intenta, con cierta habilidad y gracejo personal, que otros le hagan su trabajo.

Es el rey de las excusas y las bromas; a veces apela al falso sentimentalismo para justificar su pobre rendimiento (¡No veo a mis hijos! ¡Nadie me reconoce!) y casi siempre se alinea con los líderes naturales del equipo, que son los que van a defender su holganza a cambio de servidumbre y seguidismo.

La segunda tara suele ser el matonismo puro y duro, toscamente disimulado como la capacidad de espolear a otros para que rindan u obedezcan más. No saben la diferencia entre dar una hostia y transmitir una orden.
  
La toxicidad, sobre todo en profesionales del mismo rango, también se revela en los rumores y los comentarios que pretenden aislar y destruir a los colegas a los que o se envidia o se sospecha que vienen a cuestionar el statu quo. Seguirán el manual del buen maltratador: primero, destrozan la reputación y la autoestima de la víctima; después, la víctima aceptará o incluso demandará el justo castigo por ser mejor que su agresor. Es una provocadora.
  
Muchas veces, no se libran de esta situación ni los llamados lobos solitarios, que son trabajadores de rendimiento estelar, pero demasiado individualistas como para jugar en equipo.

Es posible que estos también se vuelvan tóxicos por las dinámicas que generan, pero no es fácil porque intentan situarse al margen de la colectividad. Quizás lo sean, con el tiempo, si los elevan a cargos de responsabilidad y se transforman en jefes narcisistas y fuertes. O si su despreocupación por el equipo los lleva por la senda de la debilidad.
  

La agresión en la oficina y la banalidad del mal


Por supuesto, los compañeros que todo lo enmierdan pueden sufrir taras propiamente psicológicas o psiquiátricas, pueden hacer daño a otros porque carecen de empatía y asumen que nadie tiene nada que enseñarles y pueden ser sujetos con una personalidad extremadamente permeable en situaciones extraordinarias.
  
Estas situaciones no son otra cosa que un ambiente devastador en una empresa que recompensa a los que actúan con crueldad disfrazándola de excelencia.
En vez de optar por el exilio interior, por marcharse, por denunciarlo, por protegerse o por hacer el mínimo daño posible, esas permeables marionetas prefieren jugar un papel activo y destacado en este régimen de opresión después de convencerse de que no había alternativa.
  
Es lo que Hannah Arendt llamó «la banalidad del mal», un rasgo que compartían muchos altos funcionarios nazis que no mataron ni torturaron, directamente, a nadie. Dirán, dijeron, que solo cumplían órdenes.

La mejor forma de sobrevivir depende muchísimo de la fuente de la toxicidad. Si la cultura de la empresa es tóxica, entonces hay que marcharse cuanto antes y evitar sentirse humillado por la huida. Abandonar en estas ocasiones no solo es de inteligentes, sino también de personas fuertes que saben cómo quieren ser tratadas.
  

Alternativas de solución a la agresión en la oficina 


Si el cáncer proviene de un tumor llamado jefe, cabe la posibilidad de negociar ciertos límites y de que salga algo positivo de una conversación delicada y honesta. Si es veterano, no hay que hacerse demasiadas ilusiones. Ha tenido muchas oportunidades de cambiar y le ha ido de maravilla evitando hacerlo. ¿Por qué iba a rectificar ahora?
  
Cuando la toxicidad viene de un compañero caben distintas estrategias. Una es, de nuevo, conversar con franqueza, establecer ciertos límites y tratar de reconstruir la relación dañada.

Otra es avisar al jefe de que esto está perjudicando al rendimiento y la moral de la tropa. La más difícil, quizás, sea contener las arremetidas, apuntalar la autoestima propia y del equipo y no caer en las mismas bajezas que el agresor (a veces, el camino más rápido para volvernos tóxicos es combatir a una persona tóxica con sus mismas armas).
  
Es imprescindible mantener la credibilidad exterior que el tumor maligno intenta erosionar delante de otros departamentos, colegas o clientes de la empresa y demostrar con hechos y con palabras que la metástasis de ese cáncer no solo hace daño a un órgano sino que, con el tiempo, pondrá en peligro al cuerpo entero.
  
Si nada funciona y se vuelve imposible disfrutar del trabajo, hay que votar con los pies y marcharse antes de convertirse en una marioneta más de ese ambiente envenenado. Salir corriendo de un incendio no es de cobardes. Son los que se quedan los que están paralizados por el miedo. 


Te puede interesar: 

El arte de la ventaja: "Manual práctico para sobrevivir con astucia en el mundo. Lo que te han contado no es suficiente para triunfar: los conocimientos de este libro se aplican de forma inmediata con resultados excelentes." 

Manual y espejo de Cortesanos: Simula, disimula, no ofendas a nadie y de todos desconfía: antiguo consejo para un joven Rey Sol que te servirá para desenvolverte y medrar en la Corte en la que todos sobrevivimos. Te guste o no, ya estás metido de lleno en la Corte y es mejor que domines sus reglas. Despierta, otros ya te llevan ventaja. 

Comentarios

  1. Por desgracia es demasiado frecuente, más de lo que se cree. Casi siempre la agresión es verbal: insultos, desprecios, descalificaciones en público... Ello crea un mal clima laboral que redunda negativamente en la propia empresa. Los hay muy torpes.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Además, todo lo que citas puede llegar a originar graves problemas de salud en el que lo sufre.

      Un saludo

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Señoras, presten atención

Los hombres tienen dos razones principales para estar con mujeres: SEXO y AMOR.  Sin embargo, cuando se trata del matrimonio, la mayoría de los hombres no se casan por ninguna de esas razones. Se casan por ESTABILIDAD. Esto es lo que quiero decir: Un hombre puede amarte y no casarse contigo. Puede tener relaciones sexuales contigo durante años sin casarse contigo. Pero una vez que encuentre a alguien que traiga estabilidad a su vida, se casará con ella. Por "estabilidad" me refiero a "paz mental". He escuchado a hombres decir: "Amo a esta mujer, pero no creo que pueda pasar mi vida con ella". Cuando los hombres piensan en el matrimonio, no se enfocan en cosas como vestidos de novia o damas de honor, como lo hacen muchas mujeres. En cambio, piensan: "¿Puede esta mujer construir un hogar conmigo? ¿Puede cuidar de nuestros hijos y de mí? ¿Me traerá paz y consuelo?" Los hombres quieren la paz. No les gustan las mujeres que les causan estrés. Es por e...

El zumbido

Una madre escucha un zumbido procedente de la habitación de su hija y decide entrar. Al abrir la puerta, la encuentra sentada en la cama, sosteniendo su juguete personal. —¿Qué estás haciendo? —pregunta la madre. La hija suspira y responde: —Tengo 35 años y sigo viviendo con mis padres... Esto es lo más cerca que estaré de un marido. La madre, sin decir una palabra, se retira de la habitación. Al día siguiente, el padre escucha el mismo zumbido, pero esta vez en la sala de estar. Al acercarse, ve a su hija en la misma situación. —¿Qué estás haciendo? —le pregunta. Ella le da la misma respuesta, y el padre, sin más, se marcha. Más tarde, ya entrada la noche, la madre vuelve a oír el ruido y va a investigar. Para su sorpresa, encuentra a su esposo con un vaso de whisky con hielo y sentado junto al juguete que también tenía su vaso de whisky. —¿Se puede saber qué haces? —le pregunta, desconcertada. El hombre la mira y responde con calma: —Conociendo a mi yerno. Y tú, ¿qué opinas? Te invit...

El taxista y la monja en Berlín

Un taxista en Berlín llevaba de pasajera a una monja. Mientras conducían, el taxista no podía dejar de mirarla. Ella le preguntó: — ¿Por qué sigues mirándome? El taxista respondió: — Quiero preguntarte algo, pero no quiero ofenderte. La monja sonrió y dijo: — Querido, no puedes insultarme. He pasado por muchas cosas en mi vida. He tenido la oportunidad de ver y escuchar casi todo, no hay nada que puedas decir o preguntar que me ofenda. El taxista recobró el coraje y, tras unos segundos de silencio, confesó: — Bueno… siempre he soñado con besar a una monja. La monja lo miró fijamente y, tras un momento de reflexión, respondió: — Bueno, me gustaría cumplir tu sueño, pero primero debes estar soltero y ser católico. El taxista, emocionado, dijo: — ¡Sí, lo estoy! Nunca me he casado y soy un católico devoto. La monja asintió con una sonrisa y dijo: — Muy bien, entonces detente en la próxima esquina. El taxista obedeció de inmediato. Se detuvo en una calle apartada, y la monja se inclinó y le...

Un teoría aterradora

La teoría del "crepúsculo de la muerte" es ciertamente una de las más aterradoras conocidas por el hombre.  Cuando una persona muere, su cerebro y sus células nerviosas dejan de funcionar en cuestión de minutos debido a la falta de oxígeno. Sin embargo, el cuerpo entra en un estado conocido como el "crepúsculo de la muerte", donde diferentes partes del cuerpo mueren a diferentes ritmos. Después de la muerte del cerebro y las células nerviosas, otros órganos como el corazón, el hígado, los riñones y el páncreas siguen funcionando durante aproximadamente una hora. La piel, los tendones, las válvulas cardíacas y la córnea pueden durar alrededor de un día, y los glóbulos blancos continúan funcionando durante casi tres días antes de apagarse por completo. Lo más aterrador del "crepúsculo de la muerte" es que, en cuestión de días o incluso horas después de que una persona es declarada muerta, comienza la transcripción génica, el primer paso de la expresión génic...

Claudia Sheinbaum responde a Trump con un contundente mensaje

La reciente respuesta de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, a las amenazas del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado un impacto global.  En un discurso que rápidamente se volvió viral, Sheinbaum desmontó la retórica proteccionista y xenófoba de Trump con una argumentación contundente basada en la interdependencia económica mundial. "Entonces, ustedes votaron para construir un muro. Bueno, queridos estadounidenses, incluso si la geografía no es su fuerte, ya que consideran a América un país en lugar de un continente, deben saber que más allá de este muro, hay 7 mil millones de personas", comenzó diciendo la mandataria, con un tono que dejó claro que no estaba dispuesta a tolerar amenazas. Sheinbaum prosiguió detallando cómo el mundo puede adaptarse sin los productos y servicios estadounidenses, afectando gravemente a la economía de ese país. "Estos 7.000 millones de consumidores pueden cambiar de iPhone a Samsung o Huawei en menos de dos días. ...