El arte de decir no sin molestar y sin perder tu influencia. Cuando te piden algo y tienes que decir "no", a veces resulta difícil. Puedes estar molesto y ver disminuir tu influencia.
Pero también es posible decir no mientras mantienes una buena relación con tu interlocutor, así como tu poder de influencia. Seamos honestos, no puedes decir "sí" a todos (ni siempre obtendrás un sí).
Salvo que tus relaciones con los demás sean completamente hipócritas. En un momento u otro, debes rechazar una propuesta, una oferta u oponerte a una idea.
El arte de decir no |
Aquí hay 3 consejos para ayudarte a expresar un rechazo y decir no sin comprometer tu influencia:
1. Practica a diario el decir “no”
Es muy importante que tengas el valor de decir "no" cuando sea necesario. Así acostumbrarás a tus interlocutores a la posibilidad de un rechazo. No estoy diciendo que deba hacerse sin justificación, solo por "ejercicio". Pero hazlo tan pronto como surja una oportunidad. Incluso en las ocasiones más simples. Tienes derecho a rechazar un postre que no te guste, un café porque ya has tomado uno, y así sucesivamente. Tienes el derecho de no prestar un servicio cuando realmente no tienes tiempo. No haga del "no" un tabú. Incluso si eres de naturaleza muy generosa, amable y agradable, no hagas que las personas a tu alrededor escuchen sistemáticamente el "sí" de tu boca. Tarde o temprano, algunos comenzarán a disfrutarlo. Y tarde o temprano, cuando realmente tengas que decir "no", todos se sorprenderán al escucharte decirlo . . . y probablemente les resulte difícil aceptarlo.
2. Elimina la emoción de tu respuesta al decir “no”.
Si has decidido negarte, tienes una buena razón para hacerlo. Esto no debería ser una dificultad emocional insuperable. Si sientes culpa, miedo, tristeza o angustia antes de decir que no, tómate el tiempo para analizar tus emociones. ¿Por qué sientes eso? ¿Realmente tienes una razón para sentirte culpable? Si es así, que quede claro. Tal vez tomaste una decisión rápida. Eso pasa. Por otro lado, si tu decisión de decir "no" está bien fundada, elimina la culpa y di lo que tienes que decir sin estados de ánimo inútiles. Esto facilitará el mensaje, ya que la persona que pide verá que estás seguro de ti mismo y de tu decisión. La confianza en uno mismo influye en la forma de comunicar un rechazo. Si le dices "no" retorciéndote las manos o con una voz vacilante que traiciona tu culpa, corres el riesgo de causar una ansiedad similar en la persona que está frente a ti.
3. Para decir no sin lastimar, explica siempre tu negativa
El arte de decir no sin molestar pasa por un principio importante: nunca lances un rechazo sin explicación y sin asegurarte de que la persona frente a ti entiende tus razones. Si no tienes tiempo suficiente para explicar completamente tu decisión, intenta ahorrar tiempo. Dile "déjame revisar mi calendario para ver si puedo darte este servicio. Te daré la respuesta al mediodía. Siempre da la respuesta a la hora programada (o día). Es esencial para tu credibilidad. Habrás ganado un poco de tiempo para preparar tu respuesta. Y también habrás dejado tiempo a tu interlocutor para considerar todas las posibilidades (incluida la negativa).
Un último punto importante: recuerda que un compromiso siempre es mejor que un "no" categórico. Por lo tanto, no dudes en buscar una contraparte para ofrecer a tu interlocutor. Algo que sea útil para él, que lo haga feliz y que lo empuje a aceptar tu rechazo sin culparte. Más allá del servicio que te pide (si se trata de un servicio), tu interlocutor necesita, ante todo, sentirse escuchado y comprendido. Quiere ser considerado con toda la atención que merece.
Se suele valorar a la larga a las personas que no están siempre conformes con todo. Es una manera de expresar que se tiene personalidad e ideas propias. Decir que sí a todo es de bobos.
ResponderEliminarUn saludo.
Eso se llama tener criterio, y como bien explicas, al principio te embiste todo el rebaño, pero mas tarde te elige como líder o simplemente te valora mucho más.
EliminarDecir que si a todos, no lo veo de tan bobos... sobre todo cuando después haces lo que te da la gana.
Un saludo