En el trabajo, relaciones o frente al mundo, “Las leyes de la naturaleza humana” ofrece tácticas brillantes para el éxito, la mejora y la autodefensa
Las leyes de la naturaleza humana |
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Todos somos animales sociales. Nuestras mismas vidas dependen de nuestras relaciones con las personas. Saber por qué la gente hace lo que hace es la herramienta más importante que podemos tener, sin ella nuestros otros talentos no pueden llevarnos tan lejos.
Basándose en las ideas y ejemplos de varias figuras históricas, Robert Greene nos enseña a desapegarnos de nuestras propias emociones y a dominar quiénes somos, a desarrollar la empatía que conduce a la comprensión, a mirar detrás de las máscaras de las personas y a resistir el cumplimiento para desarrollar nuestro propio camino en de acuerdo con nuestros valores.
Ya sea en el trabajo, en las relaciones o dando forma al mundo que te rodea, “Las leyes de la naturaleza humana” ofrece tácticas brillantes para el éxito, la mejora y la autodefensa.
Ley de la naturaleza humana nº 1. Domina tu lado emocional
La ley de la irracionalidad de la naturaleza humana
Te gusta imaginarte a ti mismo en control de tu destino, planificando conscientemente el curso de tu vida lo mejor que puedes.
Pero no sabes cuánto te dominan tus emociones. Te desvían hacia ideas que calman tu ego. Te hacen buscar pruebas que confirmen lo que ya quieres creer. Te hacen ver lo que quieres ver, dependiendo de tu estado de ánimo, y esta desconexión de la realidad es la fuente de las malas decisiones y los patrones negativos que acechan tu vida.
La racionalidad es la capacidad de contrarrestar estos efectos emocionales, pensar en lugar de reaccionar, abrir la mente a lo que realmente está sucediendo, en contraposición a lo que está sintiendo. No surge de forma natural; es un poder que debemos cultivar, pero al hacerlo, nos damos cuenta de nuestro mayor potencial.
Ley de la naturaleza humana nº 2. Convierte la autoestima en empatía
La ley del narcisismo de la naturaleza humana
Naturalmente, todos tenemos la herramienta más notable para conectarnos con las personas y desarrollar el poder social: la empatía.
Cuando se cultiva y se usa correctamente puede permitirnos ver el estado de ánimo y la mente de los demás, lo que nos permite anticipar las acciones de las personas y disminuir lentamente su resistencia.
Este instrumento, sin embargo, está embotado por nuestro habitual ensimismamiento. Todos somos narcisistas, algunos más profundos que otros.
Nuestra misión en la vida es aceptar esta autoestima y aprender a dirigir nuestra sensibilidad hacia afuera, hacia los demás, en lugar de hacia adentro. Al mismo tiempo, debemos reconocer a los narcisistas tóxicos que hay entre nosotros antes de que nos dejen arrastrar por sus dramas y nos envenenen con su envidia.
Ley de la naturaleza humana nº 3. Ver a través de las máscaras de los demás
La ley del juego de roles de la naturaleza humana
Las personas tienden a usar la máscara que los muestra de la mejor manera posible: humildes, confiados, diligentes... Dicen las cosas correctas, sonríen y parecen interesados en nuestras ideas. Aprenden a ocultar sus inseguridades y su envidia.
Si tomamos esta apariencia por la realidad, nunca conocemos realmente sus verdaderos sentimientos y, en ocasiones, nos ciega su repentina resistencia, hostilidad y acciones manipuladoras.
Afortunadamente, la máscara está rota. Las personas pierden continuamente sus verdaderos sentimientos y deseos subconscientes en señales no verbales que no pueden controlar por completo: expresiones faciales, inflexiones vocales, tensión corporal y gestos nerviosos.
Tienes que dominar este idioma convirtiéndote en un lector superior de hombres y mujeres. Armado con este conocimiento, puedes tomar las medidas defensivas necesarias. Por otro lado, dado que las apariencias son lo que la gente te juzga, debes aprender a poner la mejor máscara y representar tu papel al máximo. SIGUE LEYENDO...
Ver el mundo con los ojos de los demás, empatía... eso es fundamental para llegar a cualquier parte donde entran en juego otras personas.
ResponderEliminarUn saludo.
Y lo de la empatía se está cambiando poco a poco por la indignación contra todo, hipersensibilidad hacia mis creencias, lo políticamente correcto y otros comportamientos igual de sorprendentes de esta sociedad del S. XXI. Pero le empatía, ni está ni se le espera.
EliminarUn saludo
Hola, vivo en Argentina, con gobierno populista, y han logrado crear por lo menos en mi provincia, la división, el menoscabo hacia el otro, y se da en cualquier estrato social, muy difícil de aplicar lo lógico.
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