¿A qué edad somos más felices?

Esta es una pregunta que muchos nos hacemos, sobre todo cuando atravesamos momentos difíciles o nos sentimos insatisfechos con nuestra vida. 

La felicidad es un concepto complejo y subjetivo, que depende de muchos factores personales, sociales y culturales. Sin embargo, algunos estudios han intentado medir la felicidad de las personas a lo largo de su ciclo vital, y han encontrado algunas tendencias interesantes.

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¿A qué edad somos más felices?

Uno de estos estudios es el realizado por la Universidad de Chicago, que desde 1972 realiza una encuesta anual a más de 50.000 estadounidenses sobre diversos aspectos de su vida, incluyendo su nivel de felicidad. Los resultados muestran que la felicidad no es constante ni lineal, sino que tiene forma de U: las personas son más felices en los extremos de su vida, y menos felices en la mitad.

Según este estudio, el punto más bajo de felicidad se alcanza alrededor de los 50 años, y luego se recupera gradualmente hasta superar el nivel inicial. Esto significa que las personas mayores de 65 años son más felices que las de 30 o 40 años, y que las de 18 o 20 años. ¿A qué se debe este fenómeno?

Los investigadores han propuesto varias explicaciones posibles. Una de ellas es que las personas mayores tienen una mayor sabiduría y aceptación de sí mismas y de la vida, lo que les permite disfrutar más del presente y valorar lo que tienen. Otra es que las personas mayores tienen menos expectativas y presiones sociales, lo que reduce su estrés y frustración. Una tercera es que las personas mayores tienen más tiempo libre y recursos económicos, lo que les permite dedicarse a actividades placenteras y significativas.

Por supuesto, estas son generalizaciones que no se aplican a todos los casos. Hay personas que son más felices en su juventud o en su madurez, y hay personas que sufren problemas de salud, soledad o pobreza en su vejez. La felicidad es un estado subjetivo y cambiante, que depende de cómo nos sentimos con nosotros mismos y con nuestro entorno.

Lo importante es saber que la felicidad no tiene una edad determinada, sino que es posible encontrarla en cualquier etapa de la vida. Lo que sí podemos hacer es adoptar hábitos y actitudes que nos ayuden a ser más felices, como cuidar nuestra salud física y mental, cultivar relaciones positivas, expresar nuestra gratitud, tener un propósito vital, aprender cosas nuevas y disfrutar del momento.