La amante de un Rey

Alejandro III de Macedonia, conocido como Alejandro Magno, fue rey del antiguo reino griego de Macedonia. 

A lo largo de su breve vida, dedicó la mayor parte de su tiempo a campañas militares por Asia y África, y a los treinta años había creado uno de los imperios más grandes de la historia. Una figura tan destacada ha sido analizada y reinterpretada en numerosas ocasiones, y sus relaciones personales y su sexualidad han sido objeto de controversia durante años.

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Alejandro mantenía relaciones cercanas, posiblemente íntimas, con hombres, incluido su guardaespaldas. También se casó tres veces, tuvo al menos dos hijos y se sabe que estuvo acompañado por muchas mujeres. Se cree que Campaspe (o Pancasta) fue su amante cuando ambos eran jóvenes, siendo probablemente la primera mujer con la que tuvo intimidad. Según algunas fuentes, Campaspe era una ciudadana prominente de Larisa, la ciudad más grande de la región de Tesalia, en Grecia. Una versión de la historia sugiere que fue Campaspe quien sedujo al joven Alejandro, y que su relación fue fuerte y significativa.

Plinio el Viejo, un autor romano, relata que Campaspe sirvió como modelo para la Afrodita en la pintura "Afrodita Anadiomena" de Apeles. Apeles, considerado uno de los grandes artistas de la antigüedad, pintó a Alejandro y a su padre en varias ocasiones, aunque ninguna de sus obras ha sobrevivido. Según la historia, mientras Apeles pintaba a Campaspe desnuda, se enamoró de ella. Plinio cuenta que, al observar la belleza del retrato, Alejandro se dio cuenta de que el artista apreciaba a Campaspe más de lo que él lo hacía. Como gesto de generosidad, Alejandro conservó el retrato, pero presentó a Campaspe a Apeles como amante.

Es difícil determinar si Campaspe realmente existió, ya que no aparece en ninguna de las cinco fuentes principales sobre la vida de Alejandro. Su nombre ha perdurado como un sinónimo poético de "amante", y su historia ha servido de inspiración para muchos artistas a lo largo del tiempo.

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