Cierto es que el rey Filipo de Macedonia construyó una de las máquinas bélicas más eficientes de la historia y cierto es también que gracias a esto, su hijo Alejandro pudo alcanzar tan espectaculares éxitos. Sin embargo, está máquina, este ejército, tan bien entrenado, no hubiese podido funcionar como lo hizo sin un buen líder. En su libro “ Maestros de Mando: Alejandro, Aníbal y César ”, el autor Barry Strauss compuso una lista de rasgos necesarios para un buen liderazgo y entre ellos están el juicio, la audacia, la agilidad, la estrategia y el terror. Alejandro, el heredero de Filipo, mostró todas esas cualidades. Una de sus más notables habilidades fue anticipar la estrategia de su oponente, a menudo atrayéndolo al terreno de su elección, esto fue visible en Gaugamela e Hidaspes. A lo largo de sus conquistas en Asia, Alejandro demostró además un talento innato para la improvisación. Además de eso, el joven rey de los macedonios siempre tuvo el respeto de sus hombres y nunca traici
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