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Mostrando las entradas etiquetadas como rey

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Avivar la llama interior

Cuentan que un rey muy rico de la India, tenía fama de ser indiferente a las riquezas materiales y hombre de profunda religiosidad, cosa un tanto inusual para un personaje de su categoría. Ante esta situación y movido por la curiosidad, un súbdito quiso averiguar el secreto del soberano para no dejarse deslumbrar por el oro, las joyas y los lujos excesivos que caracterizaban a la nobleza de su tiempo. Avivar la llama interior  Inmediatamente después de los saludos que la etiqueta y cortesía exigen, el hombre preguntó: - Majestad, ¿Cuál es su secreto para cultivar la vida espiritual en medio de tanta riqueza? El rey le dijo: - “Te lo revelaré, si recorres mi palacio para comprender la magnitud de mi riqueza. Pero lleva una vela encendida. Si se apaga, te decapitaré”. Al término del paseo, el rey le preguntó: - “¿Qué piensas de mis riquezas?” La persona respondió: - “No vi nada. Sólo me preocupé de que la llama no se apagara”. El rey le dijo: -

El anillo del Rey

Una vez, un rey de un país no muy lejano reunió a los sabios de su corte y les dijo: - "He mandado hacer un precioso anillo con un diamante, con uno de los mejores orfebres de la zona. Quiero guardar, oculto dentro del anillo, algunas palabras que puedan ayudarme en los momentos difíciles.  Un mensaje al que yo pueda acudir en momentos de desesperación total. Me gustaría que ese mensaje ayude en el futuro a mis herederos y a los hijos de mis herederos. Tiene que ser pequeño, de tal forma que quepa debajo del diamante de mi anillo". El anillo del Rey Todos aquellos que escucharon los deseos del rey, eran grandes sabios, eruditos que podían haber escrito grandes tratados… pero ¿pensar un mensaje que contuviera dos o tres palabras y que cupiera debajo de un diamante de un anillo? Muy difícil. Igualmente pensaron, y buscaron en sus libros de filosofía por muchas horas, sin encontrar nada en que ajustara a los deseos del poderoso rey. El rey tenía muy próximo

El rey y el halcón

El rey recibió como obsequio dos pichones de halcón y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara. Pasados unos meses, el instructor comunicó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente educado, pero que al otro no sabía lo que le sucedía: no se había movido de la rama desde el día de su llegada a palacio, a tal punto que había que llevarle el alimento hasta allí. El rey y el halcón  El rey mandó llamar curanderos y sanadores de todo tipo, pero nadie pudo hacer volar al ave. Encargó entonces la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió. Por la ventana de sus habitaciones, el monarca podía ver que el pájaro continuaba inmóvil. Publicó por fin un bando entre sus súbditos, y, a la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente en los jardines. Traedme al autor de ese milagro, dijo. Enseguida le presentaron a un campesino ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago, acaso? Entre feliz e intimidado, el ho

La puerta negra y lo que el rey daba a elegir

Érase una vez en un país muy lejano un rey que era muy polémico por sus acciones. Tomaba a los prisioneros de guerra y los llevaba hacia una enorme sala. Los prisioneros eran colocados en grandes hileras en el centro de la sala y el rey gritaba diciéndoles: -Les voy a dar una oportunidad, miren el rincón del lado derecho de la sala. La puerta negra Al hacer esto, los prisioneros veían a algunos soldados armados con arcos y flechas, listos para cualquier acción. -Ahora, continuaba el rey, miren hacia el rincón del lado izquierdo. Al hacer esto, todos los prisioneros notaban que había una horrible y grotesca puerta negra, de aspecto dantesco, cráneos humanos servían como decoración y el picaporte para abrirla era la mano de un cadáver. En verdad, algo verdaderamente horrible solo de imaginar, mucho más para ver. El rey se colocaba en el centro de la sala y gritaba: - Ahora escojan, ¿qué es lo que ustedes quieren? ¿Morir clavados por flechas o abrir rápidament

La historia del Rey que recobró la razón

Había una vez un rey sabio y poderoso que gobernaba en la remota ciudad de Wirani. Y era temido por su poder y amado por su sabiduría. En el corazón de aquella ciudad había un pozo cuya agua era fresca y cristalina, y de ella bebían todos los habitantes, incluso el rey y sus cortesanos, porque en Wirani no había otro pozo. Una noche, mientras todos dormían, una bruja entró en la ciudad y derramó siete gotas de un extraño líquido en el pozo, y dijo: - "De ahora en adelante, todo el que beba de esta agua se volverá loco."  La historia del Rey que recobró la razón A la mañana siguiente, salvo el rey y su gran chambelán, todos los habitantes bebieron el agua del pozo y enloquecieron, tal como lo había predicho la bruja. Y durante aquel día, todas las gentes no hacían sino susurrar el uno al otro en las calles estrechas y en las plazas públicas: - " El rey está loco . Nuestro rey y su gran chambelán han perdido la razón. Naturalmente, no podemos ser gobernado

El rey, el prisionero y el caballo que aprendió a hablar

Tras una guerra, los soldados del bando perdedor, estaban prisioneros tras una cerca, fuertemente vigilados.  Todos iban a ser ejecutados.  Uno de los prisioneros se acercó a un guardián y le dijo:  - Dile a tu rey que si me perdona la vida, en un año enseñaré a hablar a su caballo y así tendrá algo que ningún otro hombre tiene. El rey, el prisionero y el caballo que aprendió a hablar El guardián se lo dijo al rey y éste aceptó.   Uno de sus compañeros de prisión le dijo: ¿estás loco?. ¡ Nadie puede enseñar a hablar a un caballo !. ¡ Morirás igual !. ¿Por qué le has dicho eso?.   Recibió la siguiente respuesta:  En un año, puedo morir yo, puede morir el rey y quién sabe, igual consigo que aprenda a hablar el caballo.

El discurso del Rey a la gente invisible

Con la coronación del nuevo Rey Felipe VI, hubo un discurso y una recepción de personas en palacio. Tanto en el discurso como en la recepción faltaba un colectivo muy importante y numeroso. Muchas selfies de Padres de la Patria (hay que ser hortera, no solo por la foto, sino por publicarla en los medios), mucho análisis al milímetro del Real Discurso, muchos comentarios sobre modelitos de Reinas, Infantas y demás cortesanas, mucha tertulia y bla, bla, bla, pero nadie se fija en lo invisible   El último año del siglo XX, España tenía 38 millones de habitantes. Ahora los hemos superado largamente llegando a 45 millones o más, gracias a la inmigración, de la que no voy a tratar si se asumió con orden y precisión centroeuropea o al improvisado modo celtibérico. El caso es que por la calle se ven muchas personas que hace 20 años nos hubieran parecido algo exótico. Y son españoles en su mayoría, con los papeles en regla, conviene no olvidarlo.  El discurso del Rey a la gente in

El beneficio que brindan los enemigos

En cierta oportunidad, hablando el rey Hierón de Siracusa con uno de sus enemigos, éste le recriminó al rey que tenía mal aliento. Hierón, consternado, en cuanto volvió a su vivienda le dijo, en tono de reproche, a su esposa: -¿Cómo es que nunca me dijiste que yo tenía este problema? La esposa, una mujer simple, casta e inocente, le contestó: El beneficio que brindan los enemigos - Señor, yo pensé que el aliento de todos los hombres olía como el tuyo. Esto muestra que muchas veces nos enteramos de nuestros errores y carencias más evidentes, ya sean físicos o de otra índole, y que resultan notorios y evidentes para todo el mundo, antes por parte de nuestros enemigos que por nuestros amigos y familiares. Plutarco, aprox. 46-120 DC También le puede interesar: Nunca confíe demasiado en sus amigos; aprenda a utilizar a sus enemigos El Arte de la Estrategia tusbuenoslibros

Palillos de marfil y corrupción

Cuando el rey Zhou pidió palillos de marfil, Qi Zi se preocupó.  Palillos de marfil  Temía que en cuanto el rey tuviera palillos de marfil no se contentaría con la vajilla de barro y querría vasos de cuerno de rinoceronte y jade; y que en vez de legumbres y verduras, pediría manjares exquisitos, como cola de elefante y cachorros de leopardo. Difícilmente estaría dispuesto a vestir telas burdas y a vivir bajo un techo de paja; y encargaría sedas y mansiones lujosas. - Me siento inquieto, temo el final de todo esto – dijo Qi Zi. Cinco años después, en efecto, el rey Zhou tenía un jardín repleto de manjares, torturaba a sus súbditos con hierros candentes y se embriagaba en un lago de vino. Y así perdió su reino, empezando por unos palillos de marfil . Han Fei Zi Para saber mas sobre temas de China y Extremo Oriente : Pensamiento de Oriente El Arte de la Estrategia tusbuenoslibros  

Los 3 poetas

Un árabe, poeta sabio y espiritual, pero que no era noble, presentó sus versos al rey.  Habiendo notado su sabiduría , el rey lo recibió con gran honor Habiendo notado su sabiduría , el rey lo recibió con gran honor. Pero los otros poetas, orgullosos de su propia nobleza, le tenían celos. Vinieron a ver al rey y le dicen: "Señor rey, ¿por qué tratas con tanta magnificencia a un hombre nacido en tan inferior cuna?" El rey respondió: "Al que Ustedes. pensaron insultar, de hecho más bien lo habéis alabado". En cuanto al que fue insultado, agregó: "Una rosa que ha brotado entre espinas no merece ningún reproche". Y el rey lo despidió con muy grandes regalos. Fuente: Disciplina Clericalis También le puede interesar:   http://www.tusbuenoslibros.com/ El Arte de la Estrategia tusbuenoslibros      

La compra de un buen caballo

Había una vez en China un rey que estaba dispuesto a pagar mil monedas de oro por un caballo que pudiera correr mil millas sin detenerse.  La compra de un buen caballo  Durante tres años trató en vano de conseguir un caballo semejante. Entonces alguien le propuso:  - Permítame buscar un caballo para Su Majestad. El rey aceptó. Después de tres meses, el hombre regresó, habiendo pagado quinientas monedas de oro por la cabeza de un caballo muerto. El rey estaba furioso. - ¡Quiero un caballo vivo! – gritó –. ¿Para qué me sirve un caballo muerto? ¿Por qué gastar quinientas monedas de oro en nada? Pero el hombre dijo: - Si Su Majestad paga quinientas monedas de oro por un caballo muerto, ¿no daría mucho más por un caballo vivo? Cuando la gente lo oiga, sabrá que Su Majestad está realmente dispuesta a pagar por un buen caballo y de inmediato enviarán los mejores caballos.          En efecto: el rey logró comprar tres excelentes caballos, en menos de un a

La escopeta nacional, como siempre

Poco después de morir Franco, en 1977, se estrenó la película “La escopeta nacional” que retrataba toda una clase social y toda una época a través de una delirante cacería. La escopeta nacional. Ex-ministro Bermejo Hasta hace poco, la foto más parecida era la de un Ministro de Justicia del anterior gobierno posando junto a muchos venados abatidos.  La escopeta nacional. Franco Esta semana, un nieto del Rey se ha pegado un tiro en el pie con una escopeta de caza y el mismo monarca se ha roto una cadera en un safari de elefantes. Con el chiquillo se han hecho infinidad de chistes como el de “se dispara la prima de riesgo y el nieto del rey”. Cachondeo que no nos falte. Con la regia cacería, las reacciones han sido más viscerales, sobre todo por el motivo de la crisis que está pegando muy fuerte y a los españolitos de este Reino no les hace mucha gracia el gasto de un safari que pagamos todos, ni matar elefantes, que como todos sabemos es un animal muy simpático y

Antiguos Consejos de los 12 Sabios

El libro de los doce sabios es un compendio de sabiduría política y moral clásica pasada por manos «orientales», destinada a reyes, príncipes y gobernantes. Fue encargado hacia 1237 por Fernando III el Santo, rey de Castilla Fernando III de Castilla De como debe haber en el rey o príncipe o regidor de reino poca codicia. Codicia debe haber poca el rey o príncipe o regidor de reino, y debe huir della, como sea la más vil cosa, y en menos tenida de toda las del mundo. Y es raíz de todos males, y destruimiento de todas virtudes, y enflaquecimiento de corazón, y ensuciamiento de voluntad, corrompimiento de seso, familiar de los pecados, perdimiento del alma, denuesto al mundo, aborrecimiento de Dios y de las gentes de buena voluntad. Y tantas desordenanzas y yerros acaecen della que sería luengo de contar. Cerca de sus propiedades los sabios dicen sus dichos ante desto en el tratado de codicia. Pero no deje de ser codicioso de hacer buenos hechos y grandes hazañas y conqu