La Stasi, heredera inmediata de la Gestapo y modelo de policía política para el joven Putin, ha desarrollado un método de desestabilización psicológica (Zersetzung der Seele).
El objetivo (normalmente, un opositor al régimen) encontraba sistemáticamente objetos desconocidos en su casa, notaba con consternación que algunos objetos desaparecían o cambiaban de lugar por sí solos... Hasta el punto de perder la cabeza. En cualquier caso, el objetivo ya no tenía cabeza para luchar contra el autoritarismo y fue desacreditado como "psíquicamente inestable" en su entorno.
Para llevar a cabo esta desestabilización psicológica, la Stasi contaba con una vasta red de agentes que entraban en el domicilio del objetivo para retirar, depositar, mover o reemplazar objetos. El objetivo: perturbar, enloquecer a la gente.
Los nuevos herederos de la Stazi y la Gestapo están ahora en Moscú. Continúan con esta práctica de subvertir los espíritus pintando manos rojas en el Memorial de la Shoah o colocando ataúdes cubiertos con la bandera francesa frente a la Torre Eiffel.
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