En la aplicación de citas más popular del mundo, Tinder, una mujer soñadora en busca del amor conoce a un hombre cautivador: Simon Leviev
Este personaje se presenta como el "Príncipe de los Diamantes", hijo del famoso multimillonario Lev Leviev, conocido como el "Rey de los Diamantes".
La primera víctima fue Cecilie, una joven que se describía a sí misma como "algo experimentada en Tinder". Rápidamente quedó atrapada en el fastuoso mundo de Simon, quien la cortejaba con lujosos ramos de flores, viajes a Oslo y la promesa de una vida juntos. Sin embargo, todo cambió una noche cuando él le envió fotos y videos donde aparecía junto a su guardaespaldas, ambos cubiertos de sangre, alegando estar en peligro por sus enemigos. Comenzó entonces a pedirle ayuda financiera, argumentando que sus perseguidores le impedían acceder a sus cuentas bancarias. La situación se agravó cuando la persuadió para solicitar préstamos bancarios en su nombre.
La segunda víctima fue Pernilla, una sueca que, a diferencia de Cecilie, se consideraba "puramente racional". Aunque no desarrolló un vínculo romántico con Simon, establecieron una cercana amistad. Pasó un verano viajando con él y una amiga rusa por la alta sociedad europea, hasta que también cayó en su trampa cuando él, alegando amenazas de sus enemigos, le pidió ayuda económica.
El apuesto y acaudalado pretendiente resultó ser Shimon Hayut, un estafador profesional israelí buscado en varios países. El caso salió a la luz gracias a una investigación exhaustiva del periódico noruego VG. Las víctimas no solo sufrieron pérdidas financieras devastadoras, sino que también enfrentaron el escarnio público en redes sociales, donde fueron tachadas injustamente de codiciosas.
Aunque el estafador fue encarcelado en Finlandia e Israel durante 15 meses, solo cumplió 5 por buen comportamiento y debido a la reducción de la población carcelaria durante la pandemia de Covid-19. Irónicamente, ahora mantiene una relación con una modelo israelí.
Netflix produjo el documental "The Tinder Swindler" para exponer esta historia, explorando los riesgos de la búsqueda del amor en línea y alertando sobre las tácticas de manipulación de los estafadores. Lo más indignante es que mientras este criminal vive en libertad y dice querer "vivir en paz", habiendo borrado su presencia en redes sociales y perdido seguidores, sus víctimas continúan pagando las deudas que contrajeron por él.
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