Dos ladrones entraron en un palacio; tras registrar el lugar, encontraron la caja fuerte.
El ladrón experimentado, gracias a su habilidad, la abrió sin necesidad de romperla. Estaba llena de dinero...
El ladrón sacó el dinero, se sentó en una silla junto a una mesa y le dijo al joven ladrón que estaba en formación:
—Saca las cartas de tu mochila.
El joven, atónito, respondió:
—¡Huyamos inmediatamente! Nos descubrirán, y si quieres jugar, lo hacemos en nuestra casa.
El ladrón experimentado lo reprendió severamente:
—Yo soy el jefe… Haz lo que te digo… Abre la nevera y trae tres latas de Pepsi y tres vasos.
El joven, asustado, obedeció. Sacó las cartas y comenzaron a jugar mientras bebían.
El ladrón experimentado añadió:
—Enciende la tele y sube el volumen al máximo.
Aunque dudó, el joven cumplió con la orden, aunque pensaba que su compañero había perdido la cabeza. Temblaba de miedo, convencido de que los atraparían y terminarían en prisión.
El dueño del palacio se despertó con un arma en la mano y les gritó:
—¿Qué hacen aquí, ladrones? ¡No se muevan o los mato!
El ladrón experimentado no pareció inmutarse y le dijo a su compañero:
—Sigue jugando… No le prestes atención.
El dueño llamó a la policía y, cuando llegaron, les explicó:
—¡Son ladrones! Aquí está el dinero que robaron de mi casa; lo tienen justo delante de ellos.
El ladrón experimentado respondió a los agentes:
—Este hombre miente… Nos invitó a jugar con él. Jugamos y le ganamos todo su dinero. Cuando perdió, sacó su pistola y nos amenazó diciendo: “Devuélvanme mi dinero o llamo a la policía para acusarlos de ladrones”.
El oficial observó las tres latas de Pepsi, el dinero esparcido sobre la mesa, la televisión con el volumen alto y a los dos hombres jugando cartas tranquilamente. Entonces le dijo al dueño del palacio:
—Usted juega a las cartas en su casa; cuando pierde, nos llama… Si esto vuelve a ocurrir, ¡lo enviaré a prisión!
Acto seguido, el oficial se dirigió hacia la puerta para salir. Pero el ladrón experimentado agregó:
—Señor agente… Si se marcha y nos deja aquí, este hombre podría matarnos.
Los dos ladrones salieron del palacio con el dinero bajo la protección de la policía.
Y así es como los grandes roban las riquezas del mundo...
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Este tipo de ladrones habilidosos, mentirosos, rufianes, que solo hacen el mal a la gente buena y que engañan hasta la policía, son los que merecen un tiro y dejarlos a 6 pies de la tierra de un solo golpe o mandarlos al CECOT de Bukele en el Salvador. De este tipo de malandros estamos llenándonos cada día en todos los países, pero desarfortunadamente la ley está a su favor y por eso el mal crece y crece. Otro ejemplo de esto son los den TREN DE ARAGUA y en eso estoy de acuerdo con TRUMP en declararlos NARCO TERRORISTAS, ya que no solo azotan/delinquen/asesinan/extorsionan/trafican drogas en los Estados Unidos, sino en muchos países de América con el apoyo del dictador Madura y sus secuaces.
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