Si la mala suerte tuviera un rostro, seguramente sería el de Richard Jones. A simple vista, Richard es un hombre como cualquier otro: tiene un trabajo estable, una esposa que lo apoya, y dos hijos que lo llenan de orgullo. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado que lo llevó al peor de los destinos. Ver Mala suerte Un día cualquiera, mientras realizaba sus actividades cotidianas, fue detenido abruptamente por la policía y acusado de haber cometido un robo a mano armada. Richard, incrédulo, defendió su inocencia con vehemencia, pero las pruebas parecían estar en su contra. Las cámaras de seguridad y los testigos aseguraban haberlo visto en el lugar del crimen, lo que bastó para que fuera declarado culpable. El sistema judicial lo condenó a 20 años de prisión, una sentencia devastadora para un hombre que juraba no haber hecho nada malo. Durante su tiempo en prisión, Richard tuvo que lidiar no solo con la pérdida de su libertad, sino también con la profunda tristeza de estar sep