Un Emperador chino reunió a dos de sus ministros y les hizo la siguiente pregunta: “¿Cómo conseguiríais que un gato comiese pimienta?”
La pimienta es un repelente para muchos animales, y mas para los gatos, que suelen ser muy exquisitos con lo que comen.
El primero de los ministros respondió a la pregunta de Emperador:
- “Le abriría la boca a la fuerza y le empujaría con un palillo la pimienta por su garganta.”
- “Muy mal”, le contestó el Emperador, “eso es emplear la fuerza bruta, y así sólo se genera resentimiento, no es forma de conseguir nada de nadie.”
Persuasión con un gato |
- “Le dejaría que pasara hambre y después haría una pelota con carne”, se le ocurrió al otro Ministro, “y dentro pondría la pimienta. Así el gato comería la carne y sin darse cuenta, también la pimienta.”
- “Tampoco es la solución”, replicó el Emperador, “así estás empleando el engaño que es solución a corto plazo pero con el tiempo acarrea muchos problemas y a nada bueno conduce.”
- “Entonces, ¿cómo se consigue que el gato coma pimienta?”, preguntaron intrigados los Ministros.
- “Muy sencillo”, dijo el Emperador, “se le unta el trasero con pimienta y el mismo gato se lamerá la parte untada, quedando contento además de que le permitamos lamerse.”
Del libro MANUAL Y ESPEJO DE CORTESANOS
No se porque me suena familiar lo del gato y la Pimienta...
ResponderEliminarLa sabiduría ancestral china siempre tiene una solución para todo.
Saludos Carolus
Excelente!!!!
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