El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...
En cierta oportunidad, hablando el rey Hierón de Siracusa con uno de sus enemigos, éste le recriminó al rey que tenía mal aliento.
Hierón, consternado, en cuanto volvió a su vivienda le dijo, en tono de reproche, a su esposa:
-¿Cómo es que nunca me dijiste que yo tenía este problema?
La esposa, una mujer simple, casta e inocente, le contestó:
- Señor, yo pensé que el aliento de todos los hombres olía como el tuyo.
Esto muestra que muchas veces nos enteramos de nuestros errores y carencias más evidentes, ya sean físicos o de otra índole, y que resultan notorios y evidentes para todo el mundo, antes por parte de nuestros enemigos que por nuestros amigos y familiares.
Plutarco, aprox. 46-120 DC
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si esta bueno pensar eso, es justificar -siendo optimista- la forma de ser de los envidiosos, o otras personas que suelen reirce de los demas.
ResponderEliminarHasta del mal se puede extraer algo de bien, Anónimo
EliminarY al contrario también funciona...
Saludos
El enemigo no tendrá piedad en decirte una verdad brutal, si embargo, puedes utilizar esa información para corregirte, y en ese momento, tu enemigo te hizo un favor.
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