El ciervo teme al lobo, el lobo teme al tigre, y el tigre teme al gran oso, que es el más feroz de los animales.
El oso y la astucia del cazador |
Con el cráneo cubierto de espeso pelaje parecido a una greña, caminando sobre sus patas traseras, el oso es extraordinariamente fuerte y hasta ataca al hombre.
Al sur del Reino de Chu vivía un cazador que con la ayuda de su flauta de bambú, conseguía imitar toda clase de gritos de animales. Armado de un arco y de un pequeño tiesto de greda en cuyo fondo conservaba algunas brazas, se iba a la montaña e imitaba el llamado del ciervo. Creyendo que se trataba de alguno de sus congéneres, los ciervos se acercaban y el cazador los mataba disparándole flechas incendiadas.
Un día, al oír el llamado del ciervo llegó un lobo. El cazador muerto de miedo imitó el rugido del tigre. El lobo huyó pero apareció un tigre. Aterrorizado, el hombre imitó el gruñido del gran oso. El tigre huyó, pero, creyendo encontrar a uno de sus semejantes, un oso enorme apareció. Al encontrar sólo a un hombre, el oso se abalanzó sobre él, lo destrozó y se lo comió.
Aún hoy, aquellos que emplean artificios en vez de contar con sus propias fuerzas terminan siempre por granjearse un destino semejante al del cazador devorado por el oso.
Recopilación de Obras de Liu Zongyuan
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Hola Calorus, interesante espacio el tuyo, un placer pasar por aqui,
ResponderEliminarque tengas una buena semana.
un saludo.
Gracias por tu comentario, Ricardo. He pasado por tu blog y he dejado otro comentario, está muy bien.
EliminarSaludos
Y el hombre teme... al hombre. Ya sabes eso de Hobbes y lo del lobo, etc.
ResponderEliminarUn saludo.
En este cuento, también al lobo. Y todos, a la muerte.
EliminarSaludos, Cayetano
No se puede vivir de las aparencias...Siempre llega la realidad de las carencias.
ResponderEliminarInteresante lección Carolus
Saludos
Pues en España aun no ha llegado el oso ¿o tal vez le empezamos a ver las orejas?
EliminarSaludos, Manuel