El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...
Un hombre virtuoso fue injustamente acusado de asesinato. También era muy ingenioso y diestro en estratagemas.
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Dar la vuelta a la situación. Justicia tuerta, que no ciega |
El culpable era una persona muy influyente del reino, y por eso desde el primer momento se procuró hallar un chivo expiatorio para encubrirlo.
El hombre fue llevado a juicio y comprendió que tendría escasas oportunidades de escapar a la horca. El juez, aunque también estaba confabulado, se cuidó de mantener todas las apariencias de un juicio justo. Por eso le dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre justo, voy a dejar tu suerte en manos de Dios: escribiré en dos papeles separados las palabras 'culpable' e 'inocente'. Tú escogerás, y será la Providencia la que decida tu destino".
Por supuesto, el perverso funcionario había separado dos papeles con la misma leyenda: "Culpable". La víctima, aun sin conocer los detalles, se dio cuenta de que el sistema era una trampa. Cuando el juez lo conminó a tomar uno de los papeles, el hombre respiró profundamente y permaneció en silencio unos segundos con los ojos cerrados. Cuando comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y, con una sonrisa, tomó uno de los papeles, se lo metió a la boca y lo engulló rápidamente. Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon.
- Pero, ¿qué ha hecho? ¿Ahora cómo diablos vamos a saber el veredicto?
- Es muy sencillo -replicó el hombre- . Es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué.
Gracias! Excelente
ResponderEliminarQue bueno!
ResponderEliminarJamás se me hubiera ocurrido.
ResponderEliminarSer intel.ligent i sapiguer ferle servir
ResponderEliminarMuy sabio e inteligente! Previó lo que el culpable quería hacer., mas no fue identificado como causante.
ResponderEliminarGenial
ResponderEliminarMuy bueno gracias
ResponderEliminarSencillamente excelente
ResponderEliminarMuy bueno!!
ResponderEliminarAsí como este juez sabía quien era el culpable, ahora hay abogados que defienden a un facineroso y ganan el juicio.
ResponderEliminarMuy bueno. Muy ingenioso.
ResponderEliminarExcelente, ya desde entonces la justicia hacia lo suyo.
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