El arte de la seducción: seducir, embargar o cautivar el ánimo. Engañar con arte y maña. Atraer físicamente a alguien para obtener una relación sexual. El diccionario de la Real Academia se queda corto para explicar un arte que ha hecho Historia, con mayúsculas, y que aún trae de cabeza a los seres humanos.
La psicóloga Alejandra Vallejo-Nájera, de una estirpe de psiquiatras, entre otros su padre, Juan Antonio Vallejo-Nájera, escarba, en su último libro 'Psicología de la seducción' (Espasa) en los secretos psicológicos de la facilidad de algunos individuos para atraer el apoyo automático de la gente, analizando los diferentes temperamentos de las personas seductoras, buscando cuáles son sus fines o hasta dónde llega el miedo al rechazo.
Psicología del arte de la seducción |
"La seducción se relaciona con el éxito amoroso, pero no es sólo eso. Seducimos cada vez que nos comunicamos y logramos que la persona de enfrente se sienta atraída por nosotros. En ello hay una carga genética, porque hay personas más extrovertidas, que lo tienen más fácil, y otras menos. Pero también influye cómo fueron las primeras relaciones con padres, amigos, profesores. Hasta los introvertidos aprenden técnicas para salir adelante. Pero también hay quien disfruta de la introversión, y muchos son artistas, creadores que generan gran originalidad", argumenta la psicóloga.
Vallejo-Nájera explica nueve diferentes tipos de seductores, según la clasificación que hizo el estadounidense Robert Greene en su libro "El Arte de la Seducción". Explica que la cuestión está en averiguar cuál es el nuestro: "Es importante descubrir que es lo que nos hace más atractivos y para quién. Para seducir hay que hacer sentir valioso al que está enfrente, saber qué espera de la relación contigo, ya sea personal o laboral".
Y reconoce que poner en práctica las técnicas adecuados es cansado porque "requiere prestar mucha atención al otro, satisfacer sus emociones, y un mundo de prisas, como el actual, no solemos pararnos a escuchar. Es más, en función del temperamento (melancólico, colérico, flemático o sanguino) así se reaccionará".
Temperamentos seductores
Por ello aconseja evitar unir dos temperamentos iguales si se quiere triunfar en la relación. "Los pasivos necesitan la energía de los coléricos y nunca un flemático seducirá a otro, sería aburridísimo", asegura.
Al margen de las tipologías, la psicóloga defiende que para seducir no hay que hablar mucho de sí mismo. "Ni siquiera los líderes lo hacen, suelen hablar de un bien común, de que tienen una visión, y nos hacen sentir importantes", argumenta. De hecho, la seducción comienza desde la cuna, el momento en el que el bebé debe seducir a los padres para que le cuiden. Primero llorando, luego, con sonrisas.
En su libro incluye también unos 'tests' encaminados a descubrir qué tipo de personalidad es la que tenemos cada persona y, en función de cada una de ellas, cuál es la estrategia más acertada para seducir a terceros con éxito. Algunas de ellas son las siguientes:
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Leyendo esta entrada me he percatado de que a fin de cuentas todos podemos ser seductores...Mira que no lo había pensando.
ResponderEliminarEso de intelectual mellama la atención...
Al fnal no pude acceder tampoco a la continuacion de la entrada de Caterina Sforza. Creo que era el navegador. Ya me las arreglaré.
Saludos Carolus
Como en casi todos los casos, en general, uno puede ser lo que se proponga, incluso seductor.
EliminarSaludos, Manuel
Y no sólo en el plano sexual, hay gente con un fuerte poder de seducción personal, gente con carisma.
ResponderEliminarUn saludo.
Muy pocas personas sacan la seducción del plano puramente sexual. Ha habido grandes seductores en la Historia: Jesús de Judea, Mahoma, Hitler, Julio César, Gandhi, ...
EliminarSaludos, Cayetano
Hola Carolus.
ResponderEliminarte contesto aquí lo que expusistes en el blog, porque di una respuesta general. El zoroastrismo es quizás la religión primigenia. Hay estudios que indican que las llamadas religiones abhramicas (Judíos, Cristianos y Musulmanes) comparten algunos signos del zorastrismo, como la concepción por Dios y la anunciación de esa concepción a través de un mensajero. Hay otros más, solo que no los recuerdo.
De todas las fiestas judías que he compartido con mis amigos judíos, está es mi favorita.
Saludos
Así es, Manuel, la lucha entre el Bien y el Mal, un solo Dios y otros conceptos similares a las religiones del Libro. Lástima que el islam la esté persiguiendo.
EliminarSaludos