Estar a dos velas equivale a estar sin blanca, es decir, sin dinero, sin recursos de ningún tipo.
En El porqué de los dichos, José María Iribarren sugiere que alude al juego y al hecho de que, antiguamente, en las timbas y partidas de naipes ilegales, el banquero solía contar los puntos y el dinero a la luz de dos velas. En este supuesto, si un jugador lograba ganar todo el dinero de la banca literalmente dejaba al banquero a dos velas. Así se explica en http://www.muyinteresante.es/cultura/arte-cultura/articulo/ide-donde-viene-la-expresion-qestar-a-dos-velasq
A dos velas |
Y a la luz de dos velas estamos en esta sufrida y desgarrada piel de toro. Conozco países donde la luz durante 24 horas al día es un hecho asombroso, situación a la que aun no hemos llegado, pero que estamos creando a toda velocidad, como si nos corriera prisa.
No sé si ha fijado usted que hay bastante menos luz en las ciudades y en los pueblos. En algunos casos hay tan poca que en cualquier momento espera uno ver aparecer la versión actual de un fulano con la capa del motín de Esquilache y la navaja cachicuerna de siete muelles amparado en la penumbra dieciochesca que ahora nos invade. Y eso que el siglo dieciocho era el de las luces.
Quien lo iba a decir, con el derroche luminoso que empezamos este siglo que no deja de asombrarnos y encogernos el alma, y lo ecológicos que nos hemos vuelto al apagar todas las noches más de la mitad del alumbrado público para que no se recalienten ni este planeta ni las facturas en los cajones de las alcaldías.
Hace unos días, gracias al ecologismo guay del Paraguay que piadosamente conquista mentes y países, se apagó durante una hora la luz artificial del planeta, como si volviéramos a la Edad Media (o al paraíso comunista de Corea del Norte). Debe de ser tan buena la idea que por estos predios ya llevamos varios años bajando el volumen de las farolas y dejando las calles y plazas a dos velas, cuando no a oscuras, como en una ciudad sitiada o de posguerra.
Si no se hubiera robado tanto por los que nos deberían administrar y lo que te rondaré de robos, no seríamos tan ecologistas a la fuerza en asuntos eléctricos, porque en pagos e impuestos, tasas y demás hemos rebasado muy ampliamente el odiado diezmo medieval y vamos camino de una edad oscura como la de esos siglos del medievo.
Literalmente, a dos velas, como en una timba ilegal. Con un par.
De dos velas vamos a pasar a la luz mortecina del candil de aceite.
ResponderEliminarUn saludo.
Eso me temo, pero mientras haya luz, dicen que hay esperanza
EliminarSaludos, Cayetano
Bueno el banquero tenía dos velas...porque hay algunos que no tienen ninguna...
ResponderEliminarSaludos Carolus. Me has dado un idea con esto de los dichos.
Seguro que tu idea sobre los dichos será mejor que la de Sancho Panza y sus refranes, pues Don Quijote apercibe a su escudero por su uso y abuso, cosa que espero no haber realizado por mi parte
EliminarSaludos, Manuel
Hombre, desde luego que lo del ecologismo guay y la hora sin alumbrado pero con refrigeración e internet es una tonteria, una más de muchas que sólo sirven para acallar conciencias y llenar los bolsillos de unos cuantos jetas.... Pero los alumbrados públicos de este país, en general, estan sobredimensionados en muchos casos, y además mal diseñados con farolas que alumbran más hacia arriba (provocando contaminación lumínica) que hacia abajo (dando el servicio que debe)... Otra cosa es que a la hora de recortar se haga con poco talento...
ResponderEliminarPara mí un tema aún más divertido es la iluminación de "monumentos" y BICs.... en un pueblecito de Lleida que conozco a falta de castillo iluminan un otero de arcilla un poco peculiar.
Este país es un disparate tras otro desde hace años. Lo que si que es palpable es que bien está no derrochar en alumbrado, cosa que debimos hacer hace años, y otra cosa es estar a casi a oscuras (a veces sin casi) consecuencia de gasto desmedido en tiempos de vacas gordas. O como comentas, en alumbrar actualmente el ídolo o el tótem local. Todo muy tribal, por cierto.
EliminarSaludos, csc212