Juramos que nunca volveríamos a caer en la misma piedra y sin embargo nos encanta tropezar.
¿Por qué nos enamoramos de la persona errónea?
Una historia sin margaritas que deshojar. En el pasado, cuando la pareja, más que una unidad sexual o amorosa, era una asociación económica, no quedaba demasiado espacio para el romanticismo. Aunque existía, pero era un amor platónico, como la relación de vasallaje que existía entre un caballero y su dama en la Europa del Medievo.
Y de esa contención, de esos suspiros que nunca se consumaron en un beso, ni mucho menos en una sesión de sexo palaciego, la poesía se alimentó y más tarde lo hizo Hollywood. Y aunque hoy ha llovido mucho desde aquello y creemos poder encontrar a esa media naranja con la que exprimir juntos toda una vida, lo cierto es que acabamos emparejándonos con una persona a la que no le gusta el zumo, es decir, que no encaja para nada con nuestras expectativas.
Este es el caso de Maribel, que odiaba a los gordos hasta una punto casi patológico, pero acabó casada con uno de ellos; o de Sandra, una encendida feminista que siempre terminaba saliendo con hombres a los que incluso les ataba los cordones de los zapatos; y Javier, que juró que nunca se enamoraría de una pija y se casó nada menos que con tres (y tuvo que romper el cerdito, claro).
Según un estudio realizado en 2005 por Shackelford, Schmitt y Buss, en el que participaron 4,499 hombres y 5,310 mujeres de al menos 37 culturas, las preferencias de varones y féminas para encontrar el amor giran en torno a los siguientes aspectos: la posición social, la estabilidad y madurez emocional de la persona, su inteligencia y nivel educativo, y si es sociable y comparten religión. La investigación concluyó que, aunque mujeres y hombres buscan de manera consciente una pareja 'ideal'-ellos las quieren jóvenes y atractivas; ellas, que tengan posibles y que sean inteligentes-, estas generalidades se quedan cortas cuando Cupido "clava" con inquina sus flechas.
¿Por qué con tanta frecuencia nos enamoramos de la persona equivocada o de alguien con quien nunca nos imaginaríamos casados? ¿Es una cuestión de magnetismo, una forma de
Es una lotería. Además, el paso del tiempo puede hacer que las dos personas evolucionen en sentido contrario y la convivencia se haga más difícil. Tocaremos madera los que vamos teniendo suerte.
ResponderEliminarUn saludo.
Tienes mucha suerte, a otros no nos ha ido tan bien. Muchas veces está en manos de la Diosa Fortuna, así de sencillo.
EliminarUn saludo
Yo pienso que es cuestión de comunicación. Cuando esto falta, se llega a donde no se quería llegar. La relación de pareja siempre es un contrato, donde hay que cumplir y ceder siempre, sin embargo...No siempre ocurre así.
ResponderEliminarSaludos
Lo que comentas es un ingrediente muy importante del guiso, pero sospecho que hay mas cosas a tener en cuenta en al receta...
EliminarSaludos