Lo jodido de encontrar el amor después de los 60 es que ambos están usados y requeteusados y además cada cual carga con sus hábitos y manías e incluso con sus mascotas. Ya me pasó una vez con una enamorada de Facebook, estábamos a punto de salir cuando publicó unas fotos con sus 50 (cincuenta) perros. Mira a mi me gustan lo perros, pero solo uno o dos. Ahí mismo se acabó el romance. Otro problema son los vicios ocultos como en las permutas. Ella no te va a decir en la primera cita que padece de migrañas o que tiene osteoporosis. Tu tampoco le contarás de tus hemorroides y la inflamación de la próstata. De eso se van a enterar cuando convivan juntos y te pases el santo día en la cola de la farmacia, esperando los medicamentos. Está también el tema de la familia, los hijos de ella mirándote con ojeriza y pensando: Ni lo sueñes viejo de mierda, el día que mamá muera te vamos a sacar de la casa. Lo mismo que pensarían los tuyos si la llevas a vivir contigo y hasta te censurarán melodramáti