La riqueza material, a menudo vista como un símbolo de éxito y poder, puede convertirse en una trampa que nos aleja de lo verdaderamente importante. Ver Era tan pobre que sólo tenía dinero 1. El hombre más rico del Líbano era Emil Al-Bustani. Construyó una tumba para sí mismo en un hermoso lugar de la costa de Beirut. Deseaba ser enterrado en esta tumba después de su muerte. Mientras tanto, tenía su yate de lujo. Pero un día, durante un crucero, el yate explotó y se hundió con él en el mar. Después de gastar millones de dólares, el barco fue encontrado, pero sin sus restos. Por lo tanto, no podía ser enterrado en la magnífica tumba que había construido para sí mismo. 2. Uno de los hombres más ricos de Gran Bretaña era un judío llamado Rod Tshler. Era tan rico que a veces el gobierno le pedía dinero prestado. Había reservado una habitación en su magnífico palacio para guardar su riqueza. La habitación siempre estaba llena de dinero y joyas. Un día, entró en la habitación y accidentalm