Un buen diplomático , suponiendo que fuera hombre, era el que se equivocaba de habitación de hotel, pillaba a una mujer estupenda desnuda en la ducha y decía, dándose la vuelta: perdone caballero, me he equivocado de cuarto. Contaba Los Angeles Times en 1982 una curiosa anécdota de Churchill que he visto en otros muchos anecdotarios donde también se ve lo que es la diplomacia. Ver Manual de Cortesanos Winston Churchill. Diplomacia y estrategia En una recepción de la Commonwealth británica, plagada de altos dignatarios de los países miembros y donde los británicos, que eran los anfitriones, cuidaban hasta el más mínimo detalle para que todo el mundo estuviera cómodo sin regatear en lujos, el jefe de protocolo, evidentemente azorado, se dirigió a Churchill pidiendo hablar a solas. Salieron a la sala contigua y allí le contó que había visto a un alto cargo político de un país extranjero robar uno de los carísimos saleros de plata de la mesa y metérselo en el bolsillo del