Te comparto esta historia que me llegó al corazón y que seguro te va a hacer pensar un montón. Conocí a una señora que, como tantas otras, se pasó la vida entera siendo una verdadera heroína sin capa: criando hijos mientras se partía el lomo en dos trabajos. Ya sabes, de esas personas que siempre ponen a su familia por delante de todo, hasta de ellas mismas. Bueno, pasa que cuando por fin llegó a su jubilación y sus hijos ya estaban grandes, con sus propias familias y todo eso, la cosa se puso complicada. A pesar de que sus hijos la querían un montón, cada uno andaba en su mundo, ocupado con sus propias vidas. Y ahí estaba ella, sintiéndose más sola que una seta. Un día, mientras charlábamos, me soltó algo que me dejó pensando: "¿Sabes qué? Me la pasé toda la vida cuidando a todo el mundo, y ahora que lo pienso, debería haberme dado más a mí misma". Fue como un puñetazo de realidad, ¿sabes? De esos momentos que te hacen ver las cosas de otra manera. Está genial preocuparse p...